Es posible que el intangible de tu empresa sea más importante de lo que piensas. La valoración, la contabilidad y hasta la fiscalidad del intangible pueden hacer que las cuentas de tu empresa no sean correctas si no sabes interpretarlo bien.
Debemos tener en cuenta que para algunas empresas con el paso de los años, el intangible puede representar la mayor parte de su valor. De ahí la importancia de saber identificarlo, medirlo y valorarlo de la manera correcta.
¿Qué es el intangible?
Cuando hablamos de intangible nos referimos a aquellos activos sin carácter físico que poseen valor para una empresa y pueden generar beneficios económicos futuros. El intangible engloba elementos como marcas, patentes, software, derechos de autor, licencias, concesiones administrativas, propiedad industrial y fondo de comercio, entre otros.
A diferencia del activo material, su naturaleza no tangible dificulta su valoración y manejo contable. Al no ser activos físicos y no tener la capacidad de convertirse en dinero fácilmente, a veces calcular su valor real pues ser bastante complejo.
Quizás, la mejor manera de entender qué es el intangible sea diferenciándolo del inmovilizado material, que si es algo más fácil de identificar.
Diferencia entre intangible e inmovilizado material
Para comprender mejor el concepto de intangible, es necesario saber distinguirlo del inmovilizado material. Lo vamos a hacer comentando cinco puntos esenciales.
1. Naturaleza del activo.
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- El inmovilizado material está compuesto por activos con una existencia física, como edificios, maquinaria, vehículos o terrenos. Se suele decir que el inmovilizado material es aquel que se puede “tocar”.
- El intangible, sin embargo no se puede “tocar” carecen de una forma física concreta, pero representan derechos o propiedades inmateriales que generan valor.
2. Uso en la empresa:
Ambos tipos de activos están destinados al uso continuado en la actividad económica de la empresa y no al consumo inmediato. Sin embargo, los intangibles suelen asociarse más a aspectos estratégicos, como innovación, posicionamiento en el mercado y diferenciación competitiva.
3. Valorización:
Los activos materiales suelen ser más fáciles de valorar debido a su naturaleza tangible y pueden tener un precio concreto. Sin embargo la valoración del intangible, en la mayoría de las ocasiones se basa en determinadas estimaciones en flujos de beneficios futuros, lo que implica una mayor complejidad y subjetividad.
4. Amortización:
Tanto los activos materiales como los intangibles pueden amortizarse, pero en el caso de los intangibles, su vida útil puede ser más difícil de determinar.
Contabilidad del intangible
En España, el tratamiento contable de los activos intangibles se rige por el Plan General de Contabilidad (PGC),. En particular este inmovilizado lo tenemos definido en la norma de registro y valoración 5ª. Debemos tener cuidado pues en la mayoría de las ocasiones el intangible se puede confundir con un gasto. Vamos hablar de ciertos gastos que nos permiten activarlos como inmovilizado y repartirlos en varios ejercicios vía amortización.
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- Investigación y desarrollo (I+D): Se refiere a gastos que se pueden activar como inmovilizado por actividades de investigación, desarrollo e innovación..
- Concesiones administrativas: es un derecho por el que pagamos y que obtenemos para explotar un determinado bien o servicio público. .
- Propiedad industrial: se incluyen aquí las patentes, marcas, rótulos y derechos similares.
- Fondo de comercio: Solo se reconoce en adquisiciones a título oneroso.Se define como la diferencia entre el valor contable de lo adquirido y el precio pagado por el. Se puede pagar un precio superior al valor de un negocio, por ejemplo por su prestigio, su clientela, su buena ubicación, su reputación, etc. Todo este intangible es el fondo de comercio.
- Derechos de traspaso: es el pago que realizamos por la cesión de un negocio para poder explotarlo a un arrendador.
- Aplicaciones informáticas : Incluye tanto licencias adquiridas como software desarrollado internamente.
Las cuentas que utilizamos para su registro contable la encontramos en el cuadro de cuentas del plan general contable
Reconocimiento de un activo intangible:
Para que un activo intangible pueda ser reconocido en el balance, debe cumplir los siguientes criterios:
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- Identificabilidad: El activo debe ser separable de la empresa, es decir, debe ser transferible y vendible de manera independiente..
- Control por parte de la empresa: La empresa debe tener el control sobre los beneficios que generará el activo.
- Beneficios económicos futuros: Se espera que el activo genere ingresos o reduzca costes.
- Coste fiable: Su coste debe ser medible de forma fiable.
Valoración del intangible
Como venimos comentando la valoración de intangible puede ser mas compleja que la del inmovilizado material en algunas ocasiones. No tanto su valoración inicial como la posterior.
La valoración inicial de es mas sencilla pues se hace pro su coste de adquisición o coste de producción. Por ejemplo, la investigación, el desarrollo, el derecho de traspaso o las aplicaciones informáticas son fáciles de valorar pues pagamos por todo ello una factura. Sin embargo puede ser mas difícil el fondo de comercio.
En cuanto a su valoración posterior debemos tener en cuenta que le afectan dos tipos de deterioro. La amortización y el deterioro.
La amortización es el deterioro del inmovilizado por su uso, obsolescencia o por el paso del tiempo. Tiene carácter irreversible.
El deterioro se produce cuando un activo intangible se considera menos valioso de lo que figura en el balance general después de la amortización.Esta tiene carácter reversible.
Fiscalidad del intangible en España
La fiscalidad de los activos intangibles en España está regulada en la Ley del Impuesto sobre Sociedades y otras normativas tributarias.
- Gasto deducible: su amortización fiscal:
La normativa fiscal permite la deducción de la amortización de los activos intangibles siempre que estos estén debidamente registrados en la contabilidad.
Los gastos relacionados con intangibles que no cumplen los requisitos de activación (por ejemplo, ciertos gastos de investigación) se consideran no deducibles a efectos fiscales.
- Valoración en operaciones vinculadas:
En operaciones de transmisión de intangibles entre entidades vinculadas, su valoración debe realizarse conforme al principio de plena competencia, siguiendo las reglas de precios de transferencia.
- Deducciones por innovación e I+D:
Los gastos de investigación y desarrollo, así como de innovación tecnológica, pueden beneficiarse de deducciones fiscales específicas, fomentando la inversión en activos intangibles estratégicos.
- IVA e impuestos indirectos:
En la adquisición de ciertos intangibles, como licencias y software, se aplica el IVA, que puede deducirse en función de la actividad económica del adquirente.
- Implicaciones en la transmisión:
La venta o cesión de activos intangibles puede generar ganancias o pérdidas patrimoniales sujetas a tributación en el Impuesto sobre Sociedades.
En definitiva, el tratamiento contable y fiscal de los intangibles en España requiere una adecuada comprensión de su normativa específica para garantizar su correcta valoración, registro y optimización fiscal. Estos activos, aunque no físicos, son fundamentales en el entorno empresarial actual.
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