En la actualidad, las técnicas para gestionar empresas son cada vez más similares, por lo que diferenciarnos de nuestra competencia es más complejo que antes. Para ello, las empresas han de ser conscientes de que su principal punto fuerte para diferenciarse son, ni más ni menos, sus empleados. Cuanta más calidad y mayor disposición tenga el equipo de personas con que contamos, mayor será el desempeño de las mismas y, por tanto, mayor será nuestra capacidad para responder a los cambios del entorno y hacer frente a nuestros competidores.
Por ello, el concepto de gestión por competencias cobra especial importancia en el mundo empresarial actual. Consiste en ser capaces de aprovechar lo mejor de cada trabajador para que la empresa resulte beneficiada.
Pasos para implantar un sistema de Gestión por Competencias.
Para implementar un sistema de gestión por competencias en nuestra empresa, tendremos que llevar a cabo los siguientes pasos
1. Definir las competencias esenciales.
En primer lugar, tendremos que tener claras cuáles son las competencias mínimas que se requieren en cada puesto de trabajo para su correcto desempeño. Además, será esencial definir las principales tareas y actividades a desempeñar, con el objeto de poder seleccionar al mejor candidato para dicho puesto.
2. Conocer las competencias diferenciadoras que cada trabajador ofrece.
Aunque dentro de nuestra plantilla tengamos dos trabajadores con la misma formación y experiencia, las competencias de cada uno serán totalmente diferentes. Es importante aclarar que por competencia entendemos todas aquellas características de la persona relacionadas con la actuación correcta en el puesto de trabajo.
Se trata, en definitiva, de cualquier característica medible del individuo y cuya relación con el puesto sea demostrable y comprobable. De esta forma, siguiendo con el ejemplo anterior, aunque contemos con dos trabajadores con la misma formación y experiencia en el puesto, las características de cada uno de ellos serán distintas, por lo que tendremos que evaluar en base a sus competencias cuál de los dos será más apropiado para el puesto.
3. Asignar a cada trabajador al puesto en el que mejor se ajuste y en el que más pueda aportar a la empresa.
Para ello, será necesario tener en cuenta las competencias clave, es decir, aquellas que son decisivas en el desarrollo del puesto y, por tanto, para la empresa en su conjunto.Tal y como indicábamos en el punto anterior, las competencias que cada trabajador puede ofrecer serán diferentes. Por ello, será muy importante ser capaces de determinar qué competencias son clave para desarrollar con éxito un determinado puesto de trabajo. Una vez tengamos dicho aspecto claro, podremos decantarnos por un trabajador u otro.
4. Establecer indicadores que nos permitan realizar mediciones.
Uno de los aspectos más relevantes en la implantación de un proceso de gestión por competencias en la empresa es la necesidad de obtener toda la información posible sobre el mismo. Por ello, resultará de especial importancia definir una serie de indicadores que nos permitan evaluar en todo momento el sistema implantando, permitiéndonos controlar las variaciones que se produzcan y emprender las acciones correctivas necesarias para mejorar su funcionamiento. Los indicadores han de ser fiables, objetivos y medibles. Además, deben permitir obtener el máximo de información posible sobre el desempeño de los trabajadores y su adecuación al puesto.
5. Evaluar el grado de adecuación del trabajador al puesto mediante los indicadores antes descritos.
Una vez que hemos determinado los indicadores de evaluación, será necesario saber en qué grado el trabajador es adecuado para el puesto de trabajo. Además, nos permitirá detectar los posibles errores o aspectos a mejorar del sistema, facilitando así la implantación y mejora continua del mismo.
En definitiva, la implantación de un sistema de gestión por competencias en nuestra empresa nos permitirá determinar aquellos aspectos de cada trabajador que más beneficiosos pueden ser para la organización y enlazarlos con el puesto de trabajo adecuado. Esto implicará cambios en el sistema de evaluación por desempeño, así como posibles modificaciones en el sistema de retribución de la empresa. Por otro lado, nos ayudará a retener el talento, mejorar la motivación de nuestros trabajadores, el clima laboral y a atraer candidatos interesados en trabajar en nuestra organización.
Finalmente, será muy beneficioso para mejorar la productividad de la empresa y la competitividad de la misma, mejorando su imagen de marca y diferenciándose de la competencia mediante un aspecto difícil de imitar: la calidad de sus empleados.
Si quieres conocer más sobre la gestión por competencias, puedes dejarnos un comentario o consultar este artículo de gran interés.
Comentarios
Buen Articulo gracias