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Integración empresarial

Nueve pasos para una integración empresarial perfecta

11/07/2012
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El éxito de integración de una empresa no recae en el volumen de facturación que se obtiene, sino más bien en el capital humano que consigue que ese volumen de facturación sea posible. Una comunicación fluida y contante con los empleados, clientes, proveedores y medios de comunicación son claves para conseguir trabajar a máxima capacidad.

Actualmente estamos viviendo una situación en nuestro país en el que las empresas  han tenido que reinventarse para poder sobrevivir. Éstas se encuentran experimentando multitud de cambios organizacionales, fusiones, absorciones, adquisiciones, cierres… lo que dificulta que puedan alcanzar una integración inmersa entre las demás compañía. Y es que España es uno de los 20 primeros países más activos en el mercado de fusiones y adquisiciones, habiendo realizado en lo que llevamos de año, más de 200 operaciones de este tipo.

Con todo esto, según Lee Hecht Harrison, experta en Gestión del Cambio, para que las compañías puedan conseguir una integración perfecta, se deben seguir una serie de pasos o consejos.

1.    Estar preparado para todas las fases del cambio.

Cualquier cambio pasa, desde su origen hasta que se consuma por diferentes fases consecutivas con características bien diferenciadas. Estar preparado para cada una de ellas es una misión complicada.

Antes de que se anuncie una fusión o adquisición, es necesario que se esté preparado. Para ello se tendrá en cuenta un proceso de preparación en el que se incluirá un plan de comunicación escalonado que satisfaga las necesidades de cada eslabón de la organización, se marcan una directrices globales sobre la identidad de la nueva organización y unas directivas acordes con la marca.

2.    Transmitir una sensación de urgencia.

La consecución de objetivos es un tema clave para lograr salir airoso en el mundo empresarial. Los cambios pueden generar distracciones, difuminar el objetivo principal al que quiere llegar la organización y por ello perder la sensación de urgencia.Para que los trabajadores logren concentrase y satisfacer las necesidades de los clientes, es fundamental que éstos reciban la suficiente información, orientación y apoyo necesario.

3.    Crear el clima para el cambio con promotores ejecutivos activos y visibles.

El equipo de liderazgo encargado de promover el cambio deberá estar compuesto por profesionales expertos en cambio y deberá tener la suficiente influencia y autoridad para guiarlo por el buen camino.

4.    Crear una visión común.

Se debe establecer una meta bien definida, a través de la cual, se intentará implicar y comprometer a toda la organización.

5.    Mantener la comunicación con los agentes clave.

La organización debe compartir sus logros con empleados, clientes, proveedores y medios de comunicación. Plantearse si no se tiene la creación de un espacio en la Intranet de la compañía dedicada exclusivamente a proporcionar información sobre los cambios que la empresa va a experimentar y dónde se podrán publicar los comunicados, los nuevos puestos de trabajo que se van a crear y las preguntas más frecuentes.

6.    Crear competencias y receptividad para el cambio.

La mayoría de los empleados se muestran reticentes a los cambios previstos, al percibir multitud de obstáculos. Eliminar estos obstáculos ofreciéndoles apoyo puede ayudarles ganando agilidad y adquiriendo nuevas capacidades. Las organizaciones que quieran emprender algún cambio deberán analizar las capacidades competencias existentes, identificar las nuevas competencias que serán necesarias y cubrirlas

7.    Pequeños pasos, grandes metas.

Se irán estableciendo primero metas más fáciles de alcanzar, para luego, ir haciéndolas cada vez más ambiciosas.

Desarrollar estrategias que logren alcanzar estas metas y crear incentivos para recompensar a aquellos que las alcancen.

8.    La cultura importa.

Se deberá definir una cultura global, que se derivará de los puntos que tienen en común las distintas organizaciones que se van a integrar. Habrá que desarrollar características culturales que establezcan una forma adecuada de hacer negocios en su compañía, especificar cómo tratar a sus clientes y empleados, cómo se toman decisiones y como se establece la comunicación entre todos los agentes.

9.    El cambio no es un suceso aislado, es un proceso.

La figura de un coach en estos casos puede ayudar a implementar y mantener el cambio en la compañía.

Para afrontar y gestionar el cambio, las organizaciones deben estar preparadas, adoptando un enfoque estratégico bien definido y asegurándose de que disponen de los recursos humanos y de capital adecuados para conseguir trabajar de manera eficaz.

Categorizado en: Gestión Empresarial

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