Las diferentes variantes del
coaching van aumentando su presencia cada vez más en el día a día de las organizaciones. Entre ellas,
la variante de coaching personal y la de
coaching empresarial son de las más solicitadas.
La cuestión está en que se tiende a clasificar cada una de estas variables de la metodología coaching como
independientes. Sin embargo, si analizamos las técnicas, funcionalidad y beneficios de ambas, podemos observar que no solo están bastante interrelacionadas sino que la
retroalimentación entre ellas es necesaria si se quiere obtener un alto rendimiento en el entorno organizacional.
Cierto es que la metodología del coaching personal obvia en parte de su funcionamiento la aplicación al mundo de la empresa. La definición de este tipo de coaching se basa en la definición general de coaching: "
Proceso en el que el coach, o guía, acompaña a una persona o grupo de personas a alcanzar un objetivo o meta a través del uso de los propios recursos de los coachees o entrenados". Pero habría que añadir a esta definición, la funcionalidad orientada al entorno personal del
coachee.
Por otro lado, la definición de coaching empresarial sería similar a la anterior, con la salvedad de que los objetivos y resultados obtenidos estarían
orientados al entorno laboral u organizacional de quiénes participan como coachees en todo el proceso.
Como ejemplo del binomio perfecto que realizan estas dos vertientes están las técnicas más utilizadas en ambos procesos. Podemos observar el caso de la
técnica feedback 360 grados que, siendo muy popular en
role plays de empresas, tiene un origen fuertemente enfocado al coaching personal. Aunque se centre en conocer las habilidades y competencias de una persona para buscar una orientación hacia un puesto, en sus inicios se aplicaba para conocer las habilidades de las personas como
inicio de un proceso de consecución de objetivos personales. Como consecuencia, este hecho produce que si en la actualidad alguien la usa como forma de
“conocerse a uno mismo” como profesional, los beneficios obtenidos del proceso afectarán, inevitablemente, de forma positiva al prisma personal de la persona.
Otro de los casos similares a este, se produce en técnicas más orientadas, en principio, al coaching personal. Este es el caso de la
técnica de la rueda de la vida, la cual tiene como función
“realizar una fotografía” del momento actual de una persona, dividiendo dicho estado en ocho partes. Volviendo a lo mencionado en la técnica anterior, la técnica de la rueda de la vida es perfectamente extrapolable a su parte
“técnicamente” opuesta, en este caso el mundo de la empresa. Incluso se le podría otorgar el calificativo de
herramienta fundamental, ya que
siempre es positivo que un trabajador pueda evaluar su estado actual respecto a los diferentes elementos que intervienen en su día a día en una organización.
Viendo los dos ejemplos de estas eficientes técnicas, nos podemos hacer una idea de la gran capacidad que tiene el coaching, sea cual sea su vertiente,
para ayudar en el progreso de las personas y en la consecución de objetivos sin importar la vertiente que se le quiera dar a su aplicación.