El pasado 14 de marzo, el Consejo de Ministros aprobó la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo (EESST), para el periodo 2023-2027. Como en anteriores ocasiones, la Estrategia Española se alinea con el Marco Estratégico Europeo de Seguridad y Salud en el Trabajo, en este caso con el del 2021-2027. También está en sintonía con otros planes estratégicos nacionales, como los relacionados con la salud mental, la igualdad de hombres y mujeres o la prevención del cáncer laboral.
Fruto de una intensa actividad negociadora entre el Ministerio de Trabajo y Economía Social, las Comunidades Autónomas, el INSST y los distintos agentes sociales (empresas, autónomos y sindicatos), a lo largo de los últimos meses, el texto final de la EESST, constituye el documento de referencia para el nuevo marco conceptual de actuación en materia de Seguridad y Salud durante los próximos cinco años.
La Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo se articula en función de seis objetivos en materia de seguridad y salud laboral y de varias líneas de actuación, para alcanzar esos objetivos que son los siguientes:
Objetivo 1. Mejorar la prevención de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.
Las estadísticas relacionadas con la siniestrabilidad laboral en nuestro país, arrojan un 2021 con unos 2.810 accidentes por cada 100.000 trabajadores y un 3,28 de accidentes mortales por cada 100.000 trabajadores, en el mismo periodo de tiempo. La prioridad en este caso es la reducción de los daños en la salud de la población trabajadora, mediante la reducción de la incidencia de los accidentes de trabajo y de las enfermedades profesionales.
También se apunta en el texto del documento, que la investigación de las causas de los accidentes será otra de las prioridades de la Estrategia, poniendo el foco en aquellas actividades que aglutinen un mayor porcentaje de accidentabilidad. Respecto a las enfermedades profesionales, se va a fortalecer el protocolo de declaración de sospechas para agilizar los trámites relacionados con las mismas, y se prestará especial atención a la prevención del cáncer de origen laboral. En esta línea el foco estará puesto en el amianto, el polvo de sílice y el polvo de madera.
Objetivo 2. Gestionar los cambios derivados de las nuevas formas de organización del trabajo, los cambios demográfico y climático desde la óptica preventiva.
Que la realidad sociolaboral está en pleno proceso de transformación es algo que no se le escapa a nadie. Estos cambios están relacionados principalmente con las transformaciones ecológica, digital y demográfica en las que nos encontramos inmersos como sociedad. La prioridad que la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo establece en este punto es la de gestionar los riesgos nuevos y emergentes, desde un punto de vista anticipativo. Esto va a exigir una adaptación del marco normativo y un aumento en la inversión destinada a la investigación, para conocer la profundidad de los cambios que estas transformaciones va a suponer. La mejora del estudio de los factores ergonómicos y psicosociales (con especial atención a la salud mental) en los nuevos marcos laborales, es otra de las líneas de actuación marcadas en la EESST.
Objetivo 3. Mejorar la gestión de la seguridad y salud en las PYMES.
El documento establece literalmente que se trata de una apuesta por la integración y la formación en prevención de riesgos laborales en las PYMES de nuestro país. En España el 95 % de la población trabajadora se concentra en empresas de menos de 26 trabajadores y la mayoría de ellas recurren a un servicio de prevención ajeno, para la gestión de la PRL. La prioridad en este aspecto, se centra en integrar la prevención de riesgos laborales en las pequeñas empresas promoviendo una mayor implicación de recursos propios, haciendo hincapié en la planificación de la actividad preventiva. Esto probablemente suponga cambios normativos que favorezcan la compatibilidad de recursos propios y ajenos, para mejorar la coordinación en materia preventiva, lo que a su vez conllevará el refuerzo formativo de las personas designadas por las empresas, para gestionar la PRL.
Objetivo 4. Reforzar la protección de las personas trabajadoras en situación de mayor riesgo o vulnerabilidad.
La media de edad de la población española no ha hecho más que aumentar en los últimos años. Se está produciendo un envejecimiento generalizado de nuestra sociedad, lo que ha disparado la oferta de puestos de trabajo relacionados con actividades de cuidado y asistencia de personas mayores y de personas dependientes. Por otra parte, existe una serie de colectivos de trabajadores que necesitan elevar su nivel protección laboral, como son los jóvenes, los menores de edad los trabajadores autónomos, los trabajadores con algún tipo de discapacidad o la población trabajadora migrante por ejemplo. Las líneas de actuación para cumplir este objetivo se centran en elevar el nivel de protección de los colectivos más vulnerables, incluyendo a los trabajadores del sector sanitario y sociosanitario, así como aquellos que se incorporan al trabajo, después de una larga temporada de baja.
Objetivo 5. Introducir la perspectiva de género en el ámbito de la seguridad y salud en el trabajo.
La eliminación de cualquier tipo de brecha ocasionada por el género, incluida la del ámbito de seguridad y salud laboral, es otra de las líneas básicas de actuación del Ministerio de Trabajo y Economía Social. La realidad es que los hombres tienen unos índices de incidencia de accidentes de trabajo, unas 2,2, veces superior al de las mujeres, esto al menos en términos generales. Pero por otra parte, en determinados sectores de actividad, como los financieros, el de los seguros, el residencial o el educativo, los índices de siniestrabilidad laboral son superiores entre las trabajadoras.
Respecto a las enfermedades profesionales, ocurre exactamente lo mismo. Los hombres acumulan las mayores tasas de incidencias de manera generalizada, pero las mujeres acumulan mayores tasas de incidencia de enfermedades profesionales cuando los datos se analizan por empresa, sector de actividad o edad. La cuestión está en que las causas que originan estas diferencias de siniestrabilidad y de incidencia de enfermedades profesionales entre ambos géneros, son en su mayoría desconocidas, por lo que reforzar la investigación en este campo es absolutamente necesaria. La prioridad respecto a este objetivo por tanto sería la de incorporar la perspectiva de género en las políticas públicas y en la gestión de la prevención de riesgos en las empresas.
Objetivo 6. Fortalecer el sistema nacional de seguridad y salud para afrontar con éxito futuras crisis.
El objetivo final de toda estrategia global relacionada con la prevención de riesgos laborales es que llegue un momento en que la actividad laboral, no suponga ningún tipo de riesgo para la salud de los que la realizan. Se puede afirmar incluso que el objetivo es ir más allá, que el trabajo contribuya al bienestar físico y mental de los que lo llevan a cabo. La Estrategia establece la necesidad de contar con un Sistema Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, que sea capaz de anticiparse no solo a las nuevas variables que surgen en un mundo laboral tan cambiante, sino también a futuras amenazas similares a la provocada por la pandemia de COVID-19. Prepararse frente a futuras amenazas y contar con mecanismos para adaptar el trabajo a determinadas situaciones y a la vuelta de la normalidad tras estas, son parte de los objetivos fijados por la Estrategia.
Para alcanzar estos objetivos es necesario mejorar las instituciones y los mecanismos de coordinación entre ellas, en este sentido se propone el refuerzo de la coordinación entre el Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas, así como entre estas y el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo. Se propone también el refuerzo de este último, del INSST, así como de los órganos técnicos competentes en la materia de las distintas Comunidades Autónomas.
Seguimiento de la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo
La Estrategia ha sido articulada a través de dos planes de acción, uno para el periodo 2023-24 y otro para el 2025-27. Se preveé la redacción de un informe de seguimiento para finales del 2024 que informe sobre el desarrollo del primer plan de acción y en función del mismo llevar a cabo o no las tareas de reorientación de la Estrategia, si fuera necesario.
El documento de la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo finaliza con dos anexos. El primero hace referencia a la creación de la Agenda Nacional para la Prevención del Cáncer Laboral, de la que informaremos puntualmente cuando tengamos más información de la misma. El segundo anexo hace referencia a la situación actual de la prevención de riesgos laborales en nuestro país. Este último anexo es tan riguroso y proporciona tanta información de interés para nuestro sector de actividad, que en las próximas semanas dedicaremos un artículo monográfico en exclusiva en donde analizaremos lo que se detalla en el mismo.
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Gestión Integrada
