El reciclaje no es más que obtener una materia prima o producto a partir de materiales o productos ya utilizados o desechados con el fin de alargar la vida de dicho producto o material. Dicho proceso comienza con la separación de los materiales en la planta industrial para, una vez almacenada una cantidad importantes, ser transportado a la planta de reciclaje de vidrio en concreto.
El vidrio es un material inorgánico, duro, frágil y amorfo que para su obtención se necesitan hasta 1500 grados. Estas características intrínsecas de la materia prima lo convierten en un producto ilimitadamente reciclable con el que podemos llegar a ahorrar un 30% de energía con respecto al nuevo, siendo por ello, un claro ejemplo de sostenibilidad y economía circular.
La página web de ecovidrio.es define la cadena de reciclado en 6 etapas o procesos:
- Consumidor Responsable
- Recogida
- Planta de tratamiento
- Fábrica de envases
- Envasadores
- Comercio.
Obviamente la primera de las etapas es la más importante por la obtención del material. En esta etapa hay que recordar que el Iglú verde está destinado a dicho fin, sin tapones, corchos o cualquier material que se deba retirar. Dependiendo del material deberá de ir a un punto u otro, porque por ejemplo, las bombillas convencionales irán al contenedor gris. Aquí también se colocan cristales rotos como espejos, vajillas y porcelana. También hay puntos limpios donde se deben almacenar los tubos fluorescentes o bombillas de bajo consumo.
Tras el transporte, será llevado a una planta de reciclaje de vidrio donde serán sometidos a separación y triturado que dan lugar al llamado calcín, vidrio sin impurezas que se suministra a las fábricas de envases. Prácticamente todo este material va destinado a fabricación de nuevos envases de vidrio mezclándolo con arena, sosa y caliza junto al resto de componentes químicos para ello. Una pequeña parte irá destinada a la fabricación de material de construcción.
Dicho material se convertirá en vidrio totalmente reciclado gracias a la técnica del soplado y la del prensado. Una vez haya sido sometido a presión y vacío se procede a la cocción, como última etapa de fabricación.
La temperatura de fusión de un vidrio reciclado es inferior a la de uno de nueva 
generación, por ello, hay un ahorro energético y de materia prima, según fuentes de la Asociación Nacional de Empresas de Fabricación Automática de Envases de Vidrio (ANFEVI).
La concienciación en cuanto al reciclado del vidrio, siempre ha sido muy alta, mayor a otros materiales y la UE ha establecido la meta de llegar para el 2030 a una tasa de reciclado del 90%. En este año 2016 se prevé gestionar hasta 40 mil toneladas de vidrio y pese a que se consume cada vez menos este material por el uso de otros, se recicla cada vez más.
Vivimos en una sociedad desechable. Es más fácil tirar cosas que arreglarlas. Incluso le damos un nombre – lo llamamos reciclaje.-Neil LaBute.
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