La sociedad anónima (SA) es una sociedad mercantil cuyo capital, formado con las aportaciones de los socios, está dividido en acciones, y en la que los socios no responden personalmente de las deudas sociales (art. 1.3 LSC). Se trata de una sociedad con estructura corporativa y plena autonomía patrimonial.
Qué es una sociedad anónima
En la sociedad anónima, la posición de socio está configurada en función de lo que cada uno aporta al capital social, teniendo escasa relevancia, en principio, las condiciones personales de los socios. La transmisión de la condición de socio se realiza con gran facilidad y de manera libre, mediante la enajenación a otra persona de las acciones (todas o una parte) de las que el socio transmitente sea titular.
Esta forma social puede servir para el desarrollo de actividades empresariales de muy diversa naturaleza y envergadura. Por una parte, es la forma social que mejor se adapta a las exigencias de las grandes empresas (sociedades anónimas abiertas).
Las sociedades anónimas pueden incluso ser sociedades cotizadas o bursátiles, esto es, pueden tener sus acciones admitidas a cotización en una Bolsa de Valores (en un mercado secundario oficial de valores negociables).
Las acciones de las sociedades cotizadas son objeto de negociación en un mercado organizado, que facilita a los accionistas la desinversión a través de la venta de sus acciones por el precio o valor de cotización correspondiente.
Diferencia entre sociedad anónima y sociedad limitada
La principal diferencia entre una Sociedad Anónima (SA) y una Sociedad Limitada (SL) radica en el capital social y su estructura. La SA tiene un capital mínimo más alto y se divide en acciones, mientras que la SL tiene un capital mínimo más bajo y se divide en participaciones sociales. La SA está pensada para grandes empresas que buscan financiación y expansión, mientras que la SL es más adecuada para pequeñas y medianas empresas con pocos socios.
Diferencias clave:
1. Capital social:
La SA requiere un capital mínimo de 60.000€, con un 25% desembolsado en el momento de la constitución, mientras que la SL tiene un capital mínimo de 3.006€, que debe ser desembolsado en el momento de la constitución.
2. Representación del capital:
La SA divide su capital en acciones, mientras que la SL lo divide en participaciones sociales.
3. Responsabilidad de los socios:
La responsabilidad de los socios en ambas formas societarias está limitada al capital aportado.
4. Transmisión de participaciones:
En la SA, la transmisión de acciones es más libre y sencilla, mientras que en la SL requiere un documento público y el consentimiento de los demás socios, con derecho preferente de adquisición.
5. Número de socios:
La SA suele tener un mayor número de socios, especialmente cuando busca captar capital mediante la emisión de acciones, mientras que la SL se adapta mejor a empresas con pocos socios.
6. Objetivo empresarial:
La SA está pensada para empresas de gran tamaño que buscan salir a bolsa o atraer inversores, mientras que la SL es más adecuada para PYMES y empresas de carácter familiar.
7. Tributación:
Ambas formas societarias tributan por el Impuesto de Sociedades y el IVA, pero las SL pueden beneficiarse de ciertas deducciones y regímenes especiales, como el régimen de módulos.
Sociedad anónima laboral
Una Sociedad Anónima Laboral (SAL) es una sociedad anónima donde la mayoría del capital social (al menos el 51%) es propiedad de los trabajadores que prestan servicios retribuidos y personal en la empresa, con una relación laboral de duración indefinida.
Características principales:
– Es propiedad de los trabajadores, es decir, los trabajadores son propietarios de la mayoría del capital social.
– Tiene una Relación laboral indefinida. La relación de trabajo con la empresa es de duración indefinida.
– Retribución personal y directa. Los trabajadores reciben una retribución por sus servicios de forma personal y directa.
– No hay mínimo de socios. A diferencia de otras sociedades anónimas, no se requiere un número mínimo de socios, lo que permite que los trabajadores sean los únicos propietarios.
Sociedad anónima deportiva
Una Sociedad Anónima Deportiva (SAD) es una forma específica de sociedad anónima en España que se utiliza para gestionar y financiar clubes deportivos profesionales, especialmente de fútbol y baloncesto. Estas sociedades están sujetas a una regulación específica y tienen como objetivo la profesionalización y sostenibilidad económica de los clubes.
La SAD es una sociedad anónima con características específicas que se rigen por la legislación deportiva española.
Su principal objetivo social es la participación en competiciones deportivas de carácter profesional y la promoción de actividades deportivas.
Requiere un capital social mínimo, que debe ser totalmente desembolsado y aportado en efectivo, según el Real Decreto 1084/1991.
Los accionistas no responden con su patrimonio personal, sino con el capital aportado.
Las SAD están dirigidas por accionistas y están sujetas a controles financieros y auditorías periódicas.
Marco normativo de la sociedad anónima
Las Sociedades Anónimas en España se regulan principalmente por la Ley de Sociedades de Capital (Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio). Complementariamente, también se aplica la Ley 11/2018, que modifica el Código de Comercio y la Ley de Auditoría de Cuentas.
El principal marco regulatorio es la Ley de Sociedades de Capital (LSC). Esta ley establece las normas generales aplicables a todas las sociedades de capital, incluyendo las Sociedades Anónimas, en aspectos como su constitución, funcionamiento, modificaciones estructurales y disolución.
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