Diseño Industrial ¿En qué consiste y cuál es su función?

Mire a su alrededor. La silla en la que se sienta, el teléfono móvil que sostiene en la mano, la taza de café sobre su escritorio, el coche que ve por la ventana. Cada uno de estos objetos, y prácticamente todos los productos fabricados en serie que utilizamos a diario, han nacido de la disciplina que conocemos como Diseño Industrial.

El Diseño Industrial es  un campo estratégico y multifacético cuya influencia impregna nuestra vida cotidiana de formas que rara vez consideramos. Pero, ¿en qué consiste realmente y cuál es su verdadera función en nuestra sociedad? Este artículo profundizaremos en esta disciplina para desvelar su propósito, su proceso y su impacto fundamental.

¿En qué consiste el Diseño Industrial? La síntesis de forma y función

En su esencia más pura, el Diseño Industrial es la práctica profesional de diseñar productos, dispositivos, objetos y servicios que son utilizados por millones de personas en todo el mundo. La palabra clave aquí es «producto fabricado en serie». A diferencia de la artesanía, que crea piezas únicas, el Diseño Industrial se centra en soluciones que pueden ser replicadas a gran escala de manera eficiente y rentable.

Sin embargo, definirlo simplemente como «diseñar productos para la fabricación» sería simplificar demasiado. El Diseño Industrial es un proceso que resuelve problemas teniendo en cuenta el panorama completo, buscando un equilibrio entre varios factores importantes.

Factores

1. Forma y Estética: Es el aspecto más visible. El diseñador industrial trabaja con la línea, el color, la textura y la composición para crear un objeto que sea visualmente atractivo y que también comunique un mensaje. La estética puede evocar emociones, reflejar los valores de una marca y hacer que un producto sea deseable.

2. Función y Usabilidad: Un producto puede ser atractivo, pero si no cumple su propósito de manera eficaz, ha fracasado como diseño. A través del diseño, se tienen que resolver interrogantes tales como: ¿Es fácil de usar? ¿Es intuitivo? ¿Resuelve el problema para el que fue creado? Aquí es donde la ergonomía juega un papel sumamente importante, estudiando la interacción entre el ser humano y el objeto para garantizar comodidad, seguridad y eficiencia.

3. Experiencia de Usuario: Más allá de la simple usabilidad, el diseño se preocupa por la experiencia completa del usuario. Esto incluye las emociones y percepciones que una persona tiene antes, durante y después de interactuar con el producto.

4. Materiales y Procesos de Fabricación: Un diseñador industrial debe ser un conocedor de materiales y tecnologías. La elección de un plástico, un metal o un compuesto específico no solo afecta a la apariencia y el coste, sino también la durabilidad, el peso y el impacto ambiental del producto. El diseño debe ser viable para su producción en masa, optimizando los procesos para reducir costes y tiempo sin sacrificar la calidad.

5. Innovación y Viabilidad Comercial: Los diseñadores industriales responden a necesidades existentes y también se anticipan. Identifican oportunidades en el mercado, proponen soluciones innovadoras y contribuyen directamente a la estrategia de negocio de una empresa. 

La Función del Diseño Industrial

Entendiendo en qué consiste, podemos explorar su función fundamental en múltiples niveles: para el usuario, para la empresa y para la sociedad en general.

Función para el Usuario

La función más directa y humana del Diseño Industrial es mejorar nuestra interacción con el mundo material.

• Función Ergonómica: Al adaptar los productos a las capacidades y limitaciones del cuerpo humano, el diseño previene lesiones, reduce la fatiga y aumenta la comodidad. Pensemos en un mango de herramienta ergonómico que previene el síndrome del túnel carpiano o en una silla de oficina que soporta la espalda durante largas jornadas.

• Función Práctica y de Usabilidad: Un diseño bien pensado nos ahorra tiempo y frustración. Una interfaz de usuario clara en un electrodoméstico, un envase fácil de abrir o una herramienta que cumple su cometido sin complicaciones son ejemplos de cómo el diseño simplifica nuestras tareas diarias.

• Función Estética y Emocional: Los seres humanos nos sentimos atraídos por la belleza. Un objeto bien diseñado puede traer alegría, calma o una sensación de orgullo. Conectamos emocionalmente con los productos que usamos, y estos se convierten en una extensión de nuestra identidad. Apple es un maestro en este campo; sus productos no solo funcionan bien, sino que su estética minimalista y su cuidada experiencia de usuario han creado una legión de seguidores.

Función para la Empresa

Para una empresa, invertir en Diseño Industrial no es un lujo, sino una necesidad estratégica con un retorno de inversión tangible.

• Diferenciación en el Mercado: En mercados saturados, el diseño es a menudo el principal diferenciador. Cuando dos productos tienen características y precios similares, el consumidor se inclinará por el que tenga un mejor diseño, sea más atractivo o más fácil de usar. Marcas como Dyson o Braun construyeron su imperio sobre la base de un diseño innovador y distintivo.

• Creación de Valor de Marca: Un lenguaje de diseño coherente y reconocible ayuda a construir una identidad de marca fuerte. Los consumidores aprenden a confiar en una marca que consistentemente ofrece productos bien diseñados, lo que fomenta la lealtad y permite justificar precios más elevados.

• Optimización de Costes y Producción: Contrario a la creencia popular, un buen diseño puede reducir costes. Al diseñar pensando en la fabricación (Design for Manufacturing), se pueden simplificar los procesos de ensamblaje, reducir el desperdicio de material y optimizar la logística, lo que se traduce en un producto final más asequible y rentable.

• Innovación y Apertura de Nuevos Mercados: El diseño impulsa la innovación al identificar problemas no resueltos o reimaginar soluciones existentes. Un nuevo diseño puede revitalizar una categoría de producto estancada o crear una completamente nueva.

Función Social y Cultural

A una escala más amplia, el Diseño Industrial tiene un profundo impacto cultural y social.

• Reflejo de Valores Sociales: Los objetos que creamos cuentan la historia de lo que nos importa. Por ejemplo, en los años 50 en Estados Unidos: sus diseños aerodinámicos y llenos de optimismo hablaban de una fe ciega en el progreso y el consumo. Hoy, en cambio, el foco está en el diseño sostenible. El uso de materiales reciclados y la idea de crear productos que duren más tiempo son una respuesta directa a nuestra creciente preocupación por el medio ambiente.

• Democratización del Buen Diseño: Empresas como IKEA han demostrado que el buen diseño no tiene por qué ser exclusivo de una élite. Su modelo de negocio se basa en ofrecer productos funcionales y estéticamente agradables a precios asequibles, llevando los principios del diseño a millones de hogares.

• Creación de Iconos Culturales: Algunos productos trascienden su función para convertirse en iconos culturales que definen una generación o un movimiento. La Silla Eames, el Volkswagen Escarabajo, el Walkman de Sony o el iPhone de Apple no son solo objetos; son símbolos de una era, cargados de significado cultural.

• Responsabilidad Social y Sostenibilidad: Hoy más que nunca, el diseñador industrial tiene la responsabilidad de considerar el ciclo de vida completo de un producto. Esto implica elegir materiales sostenibles, diseñar para la reparabilidad y el reciclaje (economía circular) y minimizar el impacto ambiental de la producción y el transporte.

Conclusión

El Diseño Industrial es una disciplina compleja y estratégica que actúa como un puente vital entre las personas y la tecnología, entre las necesidades humanas y las capacidades de producción. Su función es resolver problemas de manera elegante y eficiente, mejorando nuestra calidad de vida, impulsando el éxito empresarial y moldeando la cultura material de nuestra civilización.