Son muchos los que confunden el beneficio distribuible con el resultado del ejercicio contable no siendo lo mismo. El beneficio distribuible determina qué parte de los resultados obtenidos por la empresa puede ser repartida a sus socios.
Al resultado contable o saldo de la cuenta de pérdidas y ganancias hay que hacerle una serie de ajustes para llegar al beneficio distribuible.
La Resolución del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) e 5 de marzo de 2019 establece un marco normativo clave en la interpretación del concepto de "beneficio distribuible" en el ámbito contable español.
¿Qué es el beneficio distribuible?
El beneficio distribuible se refiere a la parte del resultado positivo del ejercicio que, una vez realizadas las correspondientes deducciones y ajustes según la normativa contable y legal, queda disponible para ser repartida entre los accionistas o socios de la empresa. Esta cifra no coincide necesariamente con el resultado contable, ya que debe ser ajustada de acuerdo con diversas disposiciones legales y estatutarias que protegen la integridad patrimonial de la sociedad.
La Resolución del ICAC de 2019 precisa que el beneficio distribuible no se puede determinar de manera automática partiendo únicamente del resultado contable, sino que es necesario aplicar ciertos ajustes que garanticen que la distribución no comprometa la estabilidad financiera de la empresa.
Lo podemos ver en el siguiente esquema:
Saldo de la cuenta de pérdidas y ganancias
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(+) Ajustes Positivos
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(+) Reservas de libre disposición
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(+) Prima de emisión o asunción
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(+) Remanente
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(-) Ajustes Negativos
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(-) Resultados negativos de ejercicios anteriores
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(-) Dotación a la reserva legal
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(-) Dotación a cualquier reserva obligatoria por ley o estatutos
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Determinación del saldo de la cuenta de Pérdidas y Ganancias
La determinación del resultado del ejercicio o saldo de la cuenta de pérdidas y ganancias se realiza con la regularización contable.
La regularización contable es el proceso que se realiza al final del ejercicio económico para determinar el resultado. En este proceso se van a anotar todos los gastos del ejercicio y todos los ingresos (grupos 6 y 7 del cuadro de cuentas) para determinar, por diferencia el beneficio o la pérdida del año.
Este resultado se llevará a la cuenta (129) “Resultado del ejercicio” recoge el saldo neto final, es decir, la diferencia entre ingresos y gastos, y se traspasa al patrimonio neto para determinar el beneficio o pérdida del ejercicio contable.
La base de reparto que se incluye en la propuesta que será sometida a aprobación en la junta general de accionista vendrá formada por el resultado de la cuenta (129) resultado del ejercicio mencionado con una serie de ajustes que vamos a ver.
Ajustes positivos
Como vemos en el esquema, los ajustes positivos que debemos hacer al resultado del ejercicio son tres:
a) Reservas de libre disposición
Normalmente se consideran reservas de libre disposición a las Reserva Voluntarias. Se consideran reservas voluntarias aquellas reservas que no son de obligado constitución. La empresa las constituye libremente por decisión propia.
Sin embargo, si el concepto de libre disposición se refiere a que no tienen carácter obligatorio podemos añadir algo más a las reservas voluntarias. Nos referimos a la parte de la reserva legal y de la estatuaria que superan el mínimo que les obliga la ley o los estatutos.
b) Prima de emisión de acciones.
La prima de emisión de acciones se puede definir como el sobreprecio que deben pagar los nuevos accionistas en el caso de una ampliación de capital de una sociedad para que los accionistas antiguos no salgan perjudicados.
Contablemente se anota como una reserva y tiene el carácter de libre disposición
c) Remanente
El remanente son los beneficios que ha obtenido la empresa y no los ha aplicado a ninguna cuenta obligatoria ni distribuidos como dividendos. Es decir, es el posible “beneficio sobrante” una vez cumplidas las obligaciones legales y estatutarias y distribuido el beneficio a los socios.
Ajustes negativos
Una vez sumada al resultado contable las reservas de libre disposición, la prima de emisión de acciones y el remanente debemos restar una serie de partidas para llegar al beneficio distribuible.
Las partidas o ajustes negativos son estos:
a) Resultados negativos de ejercicios anteriores
Antes de distribuir beneficios, podemos compensar las pérdidas de ejercicios anteriores. Esto implica que, si una empresa ha acumulado pérdidas en ejercicios anteriores, debe destinar el beneficio de ejercicios posteriores a compensar estas pérdidas, lo que reduce la cantidad de beneficio disponible para distribuir.
b) Dotación a la reserva legal
En España, el artículo 274 de la Ley de Sociedades de Capital establece que al menos el 10% del beneficio debe ser destinado a la reserva legal hasta que esta alcance el 20% del capital social.
c) Dotación a cualquier reserva obligatoria por ley o estatutos
Si los estatutos de la sociedad prevén la constitución de otras reservas, estas también deben ser detraídas del resultado antes de determinar el beneficio distribuible
Importancia de la correcta determinación del beneficio distribuible
Determinar de una manera correcta el beneficio distribuible puede evitar posibles conflictos con los accionistas al asegurar un distribución de dividendos de forma justa.
También es imprescindible a la hora tener que tomar decisiones financieras en la empresa. Se garantiza que la distribución del beneficio a los socios no pone en peligro la estabilidad económica y financiera de la empresa y que se están cumpliendo las normas legales.