La viabilidad del sistema financiero español está siendo cuestionada por múltiples organismos en los últimos meses. Un claro ejemplo de ello ha sido la nacionalización de la matriz de uno de los bancos más notorios de nuestro país, Bankia.
Antecedentes
Bankia, nació de la fusión política de siete cajas de ahorros: Caja Madrid, Bancaja, Caja de Canarias, Caja Ávila, Caja Segovia, Caixa Laietana y Caja Rioja, con unas ayudas públicas de la primera fase del Fondo de Reordenación Bancaria (FROB) de 4.465 millones de euros.
De entre todas, pueden considerarse como sus principales pilares Caja Madrid y Bancaja. Caja Madrid, hace apenas un año, era considerada entre las cajas más solventes del panorama español, por lo que nos preguntamos ¿Cómo es posible que una entidad que figuraba entre las más solventes del país, haya sido engullida por el Gobierno?
La clave se encuentra en la crisis del ladrillo y el empeño del Banco de España por fusionar entidades como solución al problema, sin pensar que lo que realmente estaban haciendo con esto era engordarlo más y más. Basta con ver que la entidad tiene 31.798 millones de euros de activos problemáticos vinculados al ladrillo, lo que supone un 17% del total de la toxicidad que circula por la banca española.
Pero esto no se queda aquí, aún con el mercado de valores en uno de los momentos más delicados de su historia, el Banco de España y el Gobierno, hicieron debutar a Bankia en Bolsa en julio del pasado año. Muchos consideraron este paso como el más erróneo y por el que se llevaría a la entidad a la banca rota.
Intervención
Con todos estos problemas a las espaldas y con la presión de la incertidumbre sobre el futuro del banco, su hasta entonces presidente, Rodrigo Rato, presentó su dimisión dejando como sustituto a José Ignacio Goirigolzarri.
En los tres días posteriores a su dimisión como presidente, Bankia invirtió 32,4 millones de euros en la compra de aproximadamente 15 millones de acciones propias para intentar mantener el valor de la firma en Bolsa, aunque no se llegó a conseguir. Su cotización fue cayendo en picado a lo largo de la semana, hasta que el miércoles 9 de mayo se produjo la nacionalización del Banco Financiero y de Ahorros (BFA), su matriz.
Consecuencias
Con toda esta incertidumbre, la noticia sobre la intervención pública de la entidad, en un principio desató el pánico entre los ahorradores que tienen depositado su dinero en ella. Esto ocasionó una fuerte caída en Bolsa de sus acciones y unas consecuencias nefastas para los inversores.
Pero tras diez días de imparables caídas, las acciones de Bankia se dispararon en más de un 20%, gracias a los mensajes tranquilizadores que su actual presidente ha lanzado a sus clientes.
Según los expertos ésta debería de ser la reacción más acertada por parte de inversores y clientes, argumentando que si el Estado se hace cargo del banco es para evitar la bancarrota y asegurar los depósitos actuales. La inyección de dinero público y el cambio en el equipo directivo son medidas encaminadas a enderezar el funcionamiento y la refinanciación de la entidad.
Conclusión
Muchas son las personas que piensan, que la situación actual de Bankia no es más que otra forma de hacer negocio por parte del Gobierno. Creen que el objetivo del Estado es tomar el control del banco, sanearlo y luego proceder a privatizarlo. En definitiva sacar provecho de esta situación.
Os animo a que debatáis y deis vuestra opinión sobre la nacionalización de Bankia y sobre la viabilidad del sistema financiero de nuestro país, para que entre todos lleguemos a una conclusión.