Hay muchos puntos a tener en cuenta cuando se quiere emprender un negocio. Uno de los más conflictivos y que hace que muchas start-ups fracasen es la financiación.
Los ingresos siempre tienden a retrasarse mientras que los gastos nunca dan tregua, sobre todo en los comienzos. Si no se sabe cómo gestionar los recursos económicos, terminamos con deudas, preocupaciones y sin negocio. El crédito de bancos no llega a las startups y no lo va a hacer nunca porque son intrínsicamente empresas de alto riesgo, pero sí que existen ayudas públicas que facilitan la prosperidad de entidades vinculadas a la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación empresarial.
Capital semilla
Si tu financiamiento inicial se basa en tus propios ahorros o en las cuatro efes: friends, family, fools, and founders (amigos, familia, locos y fundadores), entonces es conveniente que se pida un préstamo NEOTEC I al CDTI. Sólo los mejores lo consiguen así que solamente una idea realmente brillante resaltará sobre las del resto de competidores.
Arranque
Si el proyecto está puesto en marcha por un pequeño equipo, es recomendable que solicita un préstamo a ENISA para jóvenes emprendedores. El Programa ENISA emprendedores cuenta con tres líneas específicas de financiación: jóvenes emprendedores, emprendedores y emprendedores de carácter social.
Con las citadas líneas de financiación, ENISA pretende cubrir la mayoría de los proyectos ofreciendo financiación desde 25.000 a 1.500.000 de euros, además de un servicio de tutoría y consultoría financiera.
Crecimiento
Para startup con una primera ronda de financiación privada (capital riesgo, capital privado…): solicita el préstamo NEOTEC II al CDTI y/o un préstamo a ENISA. Estos créditos son a tipo de interés cero y sin garantías adicionales.
Las ayudas recibidas entre NEOTEC I y NEOTEC II no podrán superar el millón de euros, por tanto, las empresas que previamente han obtenido una ayuda NEOTEC I podrán ver minorada la ayuda NEOTEC II tendrán que tenerlo en cuenta a la hora de estudiar la financiación.
Expansión
Existen líneas de financiación atractivas mediante préstamos participativos o capital público, si lo que se quiere es acelerar el crecimiento.
El mundo está sediento de ideas revolucionarias que no llegan a nacer por falta de fondos o porque se desconoce su existencia. A modo de conclusión os dejo con una reflexión de Wistom Churcill que refleja el espíritu que debe tener un emprendedor:
“Un optimista ve una oportunidad en cada problema y un pesimista ve un problema en cada oportunidad”
