El método LIFO es una de las principales herramientas que nos permite valorar el inventario y determinar el coste de los productos vendidos.
Si te gustó nuestro post referido al método FIFO seguro que te interesa conocer otro de los métodos usados en la gestión de inventarios. Te contamos sus características haciendo un paralelismo con el artículo anterior.
¿Qué es el método LIFO?
El método LIFO (Last In, First Out o Últimas Entradas, Primeras Salidas) es una técnica de evaluación de inventarios que permite determinar el coste de las existencias en el almacén. En este método se entiende que los últimos productos en entrar al almacén (es decir, los que se han comprado más recientemente o se han fabricado) son los primeros en salir y venderse. En otras palabras, el coste de las últimas unidades compradas se carga primero al coste de ventas, mientras que las unidades más antiguas permanecen en el inventario.
Debemos tener en cuenta que estamos hablando de un método de valoración, no entradas y salidas físicas o reales. Es decir, este método no refleja necesariamente el flujo físico de los productos. Por ejemplo, en una tienda de comestibles, los productos con fechas de vencimiento más cercanas suelen venderse primero (lo que se asemejaría más a un sistema FIFO), pero contablemente se puede utilizar el método LIFO por sus ventajas fiscales o de representación financiera.
Ejemplo numérico del método LIFO
Imaginemos que una empresa compra determinadas unidades de un mismo producto en diferentes momentos de tiempo y a distintos precios. Supongamos lo siguiente:
- Compra 1 en el mes de enero: 100 unidades a 10 € = 1.000 €
- Compra 2 en el mes de febrero: 100 unidades a 12 € = 1.200 €
- Compra 3 en el mes de junio: 100 unidades a 15 €= 1.500 €
En total, la empresa tiene en su almacén 300 unidades con un valor total de 3.700 € (1.000 + 1.200 + 1.500)
Ahora, la empresa vende en el mes de julio, por ejemplo, 150 unidades.
Utilizando el método LIFO, se asume que las últimas unidades adquiridas (las de 15 € y luego las de 12 € ) son las que se venden primero.
Entonces, el coste de las unidades vendidas se calcularía así:
- 100 unidades a 15 € = 1.500 €
- 50 unidades a 12 € = 600 €
Coste de ventas total: 1.500 € + 600 € = 2.100 €
El inventario restante quedaría compuesto por:
- 50 unidades a 12 € = 600 €
- 100 unidades a 10 € = 1.000 €
Inventario final: 1.600 €
Este ejemplo muestra cómo el método LIFO da prioridad a los costes más recientes para calcular el coste de ventas, lo que puede afectar significativamente a los márgenes de ganancia, especialmente en entornos inflacionarios.
¿Cuándo es recomendable su uso?
El método LIFO es recomendable principalmente en los siguientes casos:
- Entornos inflacionarios: Cuando los precios de los productos tienden a subir con el tiempo, LIFO permite que los costos más altos de adquisición recientes se reflejen en el costo de ventas, reduciendo así la utilidad contable y, por ende, los impuestos sobre las ganancias.
- Estrategias fiscales: Algunas empresas adoptan LIFO para reducir su carga fiscal durante ciertos períodos, especialmente en países donde está permitido por la normativa fiscal.
- Negocios con inventarios no perecederos: Empresas que manejan productos sin fecha de vencimiento o baja obsolescencia pueden optar por LIFO sin afectar el control físico de su inventario.
Sin embargo, es importante señalar que el método LIFO no está permitido bajo las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF o IFRS), por lo que su uso está limitado en muchos países fuera de los Estados Unidos.
El método LIFO en la contabilidad y la fiscalidad española
En España, no está permitido el uso del método LIFO (ni en contabilidad ni en fiscalidad.
- Contabilidad
Desde la entrada en vigor del Plan General de Contabilidad (PGC) de 2007, adaptado a las normas internacionales de información financiera (NIIF), solo se permiten los métodos FIFO (First In, First Out) y el PMP (Precio medio ponderado. El punto 1.3 de la décima norma de registro y valoración referido a los métodos de asignación de las existencias lo deja claro. El LIFO fue expresamente eliminado por no ser compatible con los principios contables, especialmente con la imagen fiel de las cuentas anuales.
- Fiscalidad
En el ámbito fiscal, la normativa del Impuesto sobre Sociedades (Ley 27/2014 y su reglamento) no permite el uso del método LIFO para valorar las existencias. La Agencia Tributaria se ajusta a los métodos permitidos por la normativa contable, y el LIFO no es uno de ellos.
FIFO o LIFO: ¿Cuál elegir?
La decisión entre usar LIFO o FIFO solo tiene sentido en contextos donde las normas contables permiten el uso de ambos métodos (como en EE. UU. bajo los principios GAAP)
- FIFO asume que los primeros productos en entrar son los primeros en salir. En tiempos de inflación, esto da como resultado un menor costo de ventas y mayores ganancias netas, lo que puede mejorar la imagen financiera, pero también aumentar la carga fiscal.
- LIFO, por otro lado, muestra un mayor costo de ventas (en entornos inflacionarios), lo que reduce las ganancias netas y, en consecuencia, los impuestos. Sin embargo, esto puede llevar a una menor valoración del inventario en el balance.
La elección dependerá de los objetivos de la empresa: optimización fiscal (LIFO) o reflejo más preciso del valor actual del inventario y mejora en indicadores financieros (FIFO).
Como decimos, bajo las NIIF, sin embargo, LIFO no está permitido, por lo que muchas empresas internacionales optan por FIFO o el método promedio ponderado.
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