La gran renuncia o el “big quit”, es sin dudas uno de estos fenómenos que podremos, en un futuro no muy lejano, compararlo con épocas como la de la gran depresión, la gran recesión o la crisis financiera de 2008.
¿Qué es la gran renuncia?
Se llama “Gran Renuncia” al fenómeno social mediante el cual, en Estados Unidos, se empezó a detectar un patrón de comportamiento en empleados de todas las industrias y de diferentes profesiones, que comenzaron a renunciar en manera masiva a sus lugares de empleo.
La pandemia ha trastocado las relaciones laborales y el estado de ánimo de los profesionales, cansados de jornadas interminables, de poca flexibilidad en el trabajo, y de aspiraciones y ascensos frustrados. Muchos empleados han decidido abandonar la empresa y empezar un nuevo camino.
Es lo que psicólogo y experto en organizaciones Anthony C. Klotz, profesor de la escuela de negocios Mays de la Universidad de Texas A&M, ha bautizado como la gran renuncia. Según un informe sobre tendencias laborales, elaborado por Microsoft, el 41% de los profesionales probablemente considerará dejar su trabajo este año.
¿Cómo surge la gran renuncia?
Tras la pandemia de Covid 19, el regreso a la oficina y la vuelta a la rutina, han aumentado las inquietudes laborales. A pesar de la incertidumbre, los trabajadores y las trabajadoras meditan cada vez más sobre el impacto que tiene el trabajo en su día a día, pero sobre todo en su salud mental.
Un estudio sobre el estado de la salud laboral en las empresas, elaborado por Cobee, una plataforma digital europea de gestión de planes de beneficios para empleados, en colaboración con ifeel, Sanitas y DKV, alerta sobre algunos problemas dentro de las plantillas españolas.
El 79% de los empleados asegura haber padecido estrés prolongado en el último año, siendo una excesiva carga de trabajo (59%) la razón principal. A esto se suman las dificultades para compaginar la vida laboral con las responsabilidades personales. Por ello, más del 40% de los españoles ha pensado dejar su trabajo en el último año.
La razón que ampara esta decisión es una insatisfacción generalizada respecto al trabajo, que tiene una consecuencia directa para la empresa y su productividad. En la mayoría de los casos, esta dimisión va precedida de otros fenómenos, que también son muestra de este descontento.
Problemas derivados de la situación laboral
Entre los fenómenos negativos relacionados con el trabajo destaca el burnout o síndrome del empleado quemado. Este es aquel que sufre de un estado de cansancio laboral constante o se encuentra desmotivado por la labor que desempeña. Y esto lleva a otro riesgo, muy más preocupante, como es la renuncia silenciosa, o lo que es lo mismo, la postura que toma el empleado: hacer lo mínimo, sin excederse en horarios ni tareas, para no ser despedido.
“Esto está ocurriendo entre los que no están en posición de abandonar voluntariamente la empresa, pero tampoco pueden cambiar de trabajo ni tienen la flexibilidad horaria ni la motivación que les gustaría. Necesitan su sueldo para vivir, pero no quieren dar más de lo que le corresponde”, explica Álvaro Álvarez, secretario general y del consejo de Manpower Group.
En este sentido, señala que la asignatura pendiente de las empresas, tras dos años en los que se ensayó de manera improvisada el teletrabajo, es tomar iniciativas atractivas para que el empleado pueda tener flexibilidad “Es muy complicado volver al modelo presencial y esta falta de propuestas, por parte de las empresas, a lo único a lo que lleva es a la desafección y a la falta de compromiso”.
Apunta, además, que las oficinas han dejado de ser lugares atractivos, donde antes ocurrían cosas, y ahora raramente sucede algo emocionante: “se organizaban actividades, había clases de zumba, se ofrecía servicio de cocina, que algunos no han recuperado al no haber masa crítica, y el no tener ese modus vivendi también repercute en el agotamiento mental de los profesionales. Hay que convertir los espacios de trabajo en lugares donde apetezca ir, donde se intercambien ideas, donde se conecte con la gente”.
¿Qué consecuencias trae la gran renuncia?
La conciliación laboral y familiar, siempre ha resultado compleja para empleados y empleadores. Pero en la actualidad, esto ha tomado un significado completamente diferente.
El cambio cultural trajo consigo la recuperación o, mejor dicho, la visibilización de un concepto clave y que es indivisible de la obtención de objetivos de negocio: la centralidad de las personas. Atrás quedaron los días en los cuáles se entendía a los empleados como meras piezas intercambiables de un organigrama productivo. Hoy los empleados comprenden el valor que aportan a sus organizaciones y exigen el trato que merecen teniendo en cuenta la repercusión de su rol dentro de una compañía.
Esto es sobre todo cierto en la franja de trabajadores considerada talento joven (millennials y centennials), quienes son cada ves más difíciles de atraer y demandan cada vez más de sus empleadores. Tanto así que las tendencias de recursos humanos en 2022 poco tienen que ver con centrarse exclusivamente en grandes avances y despliegues tecnológicos. Sino que, por el contrario, se enfocan en mejorar la calidad de vida al interior de las empresas reforzando ideas como:
- Bienestar laboral.
- Disminución del estrés laboral.
- Employee experience.
- Motivación laboral.
Cada vez más los departamentos de RRHH se centran en convertir sus organizaciones en empresas saludables, confiando entre otras cosas, en ideas innovadoras en términos de cultura de empresa, como la flexibilidad laboral.
¿Cómo combatir la gran renuncia?
Para entender el fenómeno de la gran renuncia es necesario comprender la gestión humana desde el marco teórico de la pirámide de Maslow. Bajo esta visión, debemos recuperar las ideas lógicas que explican que, ideas como la de realización personal/profesional vienen mucho después de haberse suplido las necesidades básicas.
Por este motivo y, si buscamos motivar a nuestros trabajadores y lograr su máximo desempeño laboral y productividad, primero que nada debemos encargarnos de aspectos básicos relacionados con su carga laboral, tipo de jornada y retribución salarial.
Pasos claves contra la gran renuncia
- Retribución Flexible y Salario Emocional
Los empleados pasan sobre un tercio de su día dentro de la oficina o desde casa, absortos en sus tareas laborales. Por este motivo, el trabajo debe ahora cumplir y saciar otras necesidades. Conoce a tu plantilla implementando encuestas para descubrir cómo puedes hacer de su paso por tu empresa, una experiencia óptima. Además, podrás diseñar una estrategia de gestión que se centre en aspectos beneficiosos como la retribución flexible, el buen clima laboral y la flexibilidad laboral, entre otros.
Sentir que solo se trabaja para costear el alquiler o los gastos del día a día, es un asesino silencioso de la motivación en el trabajo. Para lograr el máximo employee engagement tienes que hacer de la vida profesional de tus empleados. ¡Una experiencia que tenga impacto en otras áreas de la vida! Para que esto suceda puedes generar programas de reconocimiento y planes de formación, orientados en este sentido.
- Establece objetivos claros
Donde están y hacia donde van y, todavía más importante: para qué y porqué motivo. Estas son las cuatro preguntas que, más tarde o más temprano, se harán sus trabajadores respecto de su rol en tu compañía. Para que todos estén en la misma página y, si no quieres sufrir los embates de la gran renuncia, debes generar un employee journey o ciclo de vida del trabajador. De esta forma, sabrá exactamente qué se espera de él o ella, a través de su evolución en su puesto.
Si te interesa conocer más al detalle cómo combatir la gran renuncia, te invito a conocer nuestro Master en Dirección de Recursos Humanos + 10 Créditos ECTS.