¿Tienes una idea y te preguntas “¿monto mi propio negocio?”? Así convirtió Raúl de Frutos una oportunidad en un negocio de éxito

Cada vez más personas se plantean emprender, pero pocas se atreven a dar el salto. Lo que para muchos se queda en una idea fugaz, para otros puede convertirse en una marca real, con producto propio y una empresa en crecimiento.

Este fue el caso de Raúl de Frutos, cofundador de Víver Kombucha, una marca de kombucha nacida en plena pandemia que hoy cuenta con más de 5.000 puntos de venta en España y empieza a expandirse por Europa. En su paso por Territorio INESEM, Raúl compartió su experiencia como emprendedor: desde cómo nació la idea hasta los retos que tuvo que superar.

En este artículo analizamos su recorrido desde la óptica del emprendimiento real, sin fórmulas mágicas, pero con claves muy valiosas.

Emprender empieza con observar

No todas las ideas revolucionarias nacen de una lluvia de ideas en una sala de reuniones. Algunas, como la de Víver Kombucha, surgen casi por casualidad. Raúl y su socio Fernando descubrieron la kombucha durante su estancia universitaria en Estados Unidos. Allí, este tipo de bebida fermentada formaba parte del consumo habitual entre personas preocupadas por la salud y la nutrición.

En ese momento, se dieron cuenta de que en España apenas existía esa opción. Había un hueco en el mercado, y ellos como consumidores también sentían esa necesidad. Ese fue el punto de partida.

“Lo vimos claro. Había una oportunidad y decidimos apostar por ella. No hicimos grandes estudios de mercado, simplemente escuchamos al entorno y actuamos”, comenta Raúl.

Esta forma de detectar oportunidades no es única. Muchos negocios exitosos nacen así, de observar lo que funciona fuera y adaptarlo al contexto local.

El mito del emprendedor que lo sabe todo

Uno de los mayores bloqueos a la hora de emprender es pensar que no estás preparado. Pero la experiencia de Raúl demuestra lo contrario. Él mismo reconoce que no tenía experiencia previa ni conocimientos técnicos sobre fabricación, pero eso no le impidió lanzarse.

“Aprendimos mientras hacíamos. Buscamos información, hablamos con gente de otras industrias, cometimos errores… pero eso es parte del proceso.”

Este enfoque es cada vez más habitual. No se trata de saber de absolutamente todo antes de emprender, sino de tener la actitud adecuada, curiosidad, capacidad de adaptación y ganas de resolver problemas reales.

Cuando no hay recursos, hay creatividad

Lanzar un negocio con 30.000 euros puede parecer una locura. Pero en el caso de Víver Kombucha fue suficiente para poner en marcha su primera fábrica y validar el producto. Empezaron con un único sabor y vendían tienda por tienda en Granada, su ciudad de origen.

La pandemia obligó a adaptarse, de manera que cambiaron las visitas presenciales por llamadas, enviaron muestras por correo y apostaron por el canal online. Lo que parecía un obstáculo se convirtió en una palanca de crecimiento.

“El confinamiento nos obligó a pensar de forma más estratégica. Y en realidad nos ayudó a salir de nuestro entorno local y llegar a más gente”.

Este tipo de mentalidad —la que busca soluciones en medio de la incertidumbre— es una de las características más valiosas en cualquier emprendedor.

Producto, mercado y equipo: la fórmula que sí funciona

Según Raúl, hay tres ingredientes que no pueden faltar en cualquier proyecto emprendedor:

1. Un producto real que solucione algo. En este caso, una bebida saludable, sin alcohol ni azúcares añadidos, que encajaba con una tendencia de consumo creciente.
2. Un mercado que empuje. Apostar por un sector en auge te permite crecer junto a él, sin necesidad de competir directamente con gigantes consolidados.
3. Un equipo con valores compartidos. Raúl y su socio se complementan y confían el uno en el otro. Además, han sabido rodearse de personas clave desde el principio.

“Una empresa no es solo tu idea. Es el equipo que la hace realidad”.

¿Formación o experiencia? Mejor las dos

Raúl defiende que no es necesario tener un título para emprender, pero sí considera importante aprender continuamente. De hecho, ha ido formándose a lo largo del camino: en finanzas, marketing, operaciones…

Desde INESEM, promovemos exactamente esa visión. Nuestros programas de emprendimiento y desarrollo de negocio están pensados para quienes ya están emprendiendo o quieren hacerlo de forma práctica. Porque la teoría cobra sentido cuando puedes aplicarla en tu propio proyecto.

Por eso, si estás pensando en dar tus primeros pasos como emprendedor, puedes acceder a estas formaciones con un precio reducido utilizando el código TI071. Una forma de empezar con buen pie, y con los recursos adecuados.

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• Curso de Administración de Empresas
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¿Qué podemos aprender de su historia?

La experiencia de Raúl de Frutos es la prueba de que no hace falta tener todos los recursos ni saberlo todo para emprender. Lo que sí necesitas es:

• Observar y detectar necesidades reales.
• Empezar con lo mínimo, pero con foco.
• Adaptarte y aprender constantemente.
• Apostar por la calidad, aunque sea poco a poco.
• Rodearte de personas que compartan tu visión.

“Nunca vas a sentirte completamente preparado. Lo importante es empezar”.

Emprender no es un camino fácil, pero sí uno de los más enriquecedores. Y como ha demostrado Raúl, a veces basta con tener los ojos abiertos, empezar pequeño y no dejar de moverse. La kombucha fue solo el principio. Hoy, su empresa crece, se internacionaliza y sigue apostando por la innovación sin perder sus valores.

Puedes ver el vídeo completo aquí:

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