¿Alguna vez has tenido una idea para mejorar tu trabajo o el de tu equipo, pero no sabías si debías proponerla?
Si te ha pasado, es posible que tengas espíritu intraemprendedor. Y aunque parezca un término nuevo, su historia se remonta a los años 80, cuando las organizaciones empezaron a buscar personas con mentalidad emprendedora, capaces de innovar dentro de estructuras ya consolidadas.
Sin embargo, es ahora, con el foco puesto en el emprendimiento y en su regulación, cuando esta figura empieza a tener más relevancia e incluso ha hecho que muchas personas se sientan identificada con ella.
¿Qué es un intraemprendedor?
Un intraemprendedor, es aquella persona que dentro de una organización empresarial actúa como si esta fuese su propio negocio.
Estas personas, aprovechando los recursos y estructura de la empresa, son capaces de tener iniciativa y creatividad para conseguir el éxito de la misma y el suyo propio. Van a aportar ideas y soluciones que ayuden a un mejor funcionamiento e incluso a la consecución de mejores resultados.
Muchas veces se acusa a las empresas cuando al buscar talento tienden a mirar hacia fuera. La falta de confianza en las estructuras internas o de mecanismos para su detección hace que no se fomenten las ideas desarrolladas por sus propios empleados y se olvidan de lo que un intraemprendedor les puede aportar.
Cómo llegar a ser un intraemprendedor
Ser intraemprendedor es una actitud más allá de ser un empleado que lleva a cabo de forma correcta su trabajo. No tiene por qué ser una persona con un determinado sueldo o posición, cada uno desde su situación puede convertirse en uno, siendo una persona con gran responsabilidad y preocupación porque todo funcione correctamente o por añadir innovaciones que puedan facilitar el trabajo a futuro.
Un punto fuerte para un intraemprendedor es tener un buen conocimiento de la empresa: procesos, flujos de trabajo, departamentos, etc. Este conocimiento puede ser el punto de partida para la actuación de un intraemprendedor.
Responsabilidad, creatividad, conocimiento son algunas de las cualidades a destacar en este tipo de personas, pero también necesitarán, capacidad para asumir riesgos, ausencia de miedo al cambio, capacidad de comunicar sus ideas y sobre todo alta capacidad de trabajo en equipo. Ningún intraemprendedor podrá poner en marcha sus ideas en solitario, es importante que consiga el apoyo del resto, jefes, compañeros, otros departamentos, etc.
Una entidad que apueste por una cultura que promueva trabajadores intraemprendedores es seguro, una entidad que conseguirá unos mejores resultados, no sólo económicos sino ambientales.

Cualidades de una persona intraemprendedora
En el apartado anterior hemos comentado algunas cualidades principales de un intraemprendedor, pero una básica, es tener una mente abierta. A veces nos quedamos en las frases típicas.” a mí no me pagan para…”, “yo no soy ..”. Todas estas ideas nos paralizan y nos impiden ver que somos capaces de aportar mejoras e iniciativas para que la entidad funcione mejor y por ende nuestra situación en ella.
Si somos capaces de superar este obstáculo interno y todos los externos que puedan existir y aportamos nuestra creatividad e interés, las mejoras serán importantes.
Autonomía y responsabilidad son también dos puntos claves de un intraemprendedor.
Cómo trabaja un intraemprendedor
El trabajo desarrollado por un intraemprendedor no es algo que deja a la improvisación.
Ha de detectar los problemas o áreas de mejora, desarrollar propuestas para su solución, analizar con qué recursos cuenta, fijar objetivos, plazos y formas de medida. Igualmente, analizar que apoyos necesita (otros departamentos, superiores, compañeros..) y ser capaz de contagiar esas ideas y ganas de llevarlas a cabo. En cierta manera, un intraemprendedor debe tener una actitud de líder.
A veces pensamos que un líder debe ser alguien muy importante, con un gran cargo, pero todos podemos ser líderes de aquellos temas que consideramos son fundamentales que desarrollemos en el entorno que estemos.
Claves de éxito de un intraemprendedor
Para que un intraemprendedor tenga éxito, debe ante todo alinear sus objetivos individuales con los de la empresa. Deben ser objetivos que aporten valor a la organización.
También debe garantizarse los apoyos adecuados para conseguir los recursos que necesita para que sus iniciativas se puedan conseguir.
Tiene que ser capaz de, una vez conseguidos dichos apoyos y recursos, ejecutar su idea. Una idea si no se ejecuta no tiene ningún impacto.
Una clave importante para el éxito es el trabajo en equipo. A veces, se tiene la idea equivocada, de si soy capaz de hacerlo solo el éxito es mío, cuando en una organización el trabajo es algo en cadena y el éxito se consigue entre todos.
Ser capaz de no tener miedo al fracaso y a perseverar cuando el éxito no se produce en el primer intento, puede ser también la clave de su éxito.
Diferencia entre emprendedor e intraemprendedor
Aunque comparten la misma mentalidad innovadora y orientada al cambio, intraemprendedor y emprendedor, tienen diferencias significativas, entre las que destacan:
- El entorno en el que operan es diferente. El emprendedor opera en su propia empresa, la ha creado él. El intraemprendedor actúa dentro de una organización ya existente, él es un empleado de la misma.
- Los recursos que necesita y utiliza son diferentes. El emprendedor debe buscarlos por su cuenta, mientras que el intraemprendedor cuenta con unos recursos existentes ya en su empresa.
- El riesgo que se asume no es el mismo. El emprendedor asume un riesgo financiero (puede perder el dinero invertido) mientras que el intraemprendedor es más un riesgo profesional.
- El grado de autonomía también difiere. El emprendedor tiene total libertad de decisión, mientras que el intraemprendedor pese a ser autónomo, está siempre sujeto en alguna medida a la jerarquía y estructura de la empresa.
¡La innovación empieza contigo!
Una persona intraemprendedora debe creer que el cambio es posible desde cualquier puesto. No se trata de tener un título o una oficina propia, sino de asumir la responsabilidad de mejorar lo que nos rodea.
En INESEM creemos que la innovación empieza dentro de las personas: en su curiosidad, su compromiso y su capacidad para transformar su entorno.
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