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La Inteligencia artificial en el Derecho
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La Inteligencia Artificial en el Derecho. Retos y oportunidades

La Inteligencia Artificial en el Derecho resulta una cuestión de especial importancia actualmente, ya que tiene diversas implicaciones jurídicas y un gran impacto en el Estado de Derecho. El uso de la inteligencia artificial en el Derecho genera riesgos, pero deben valorarse como retos y oportunidades.

Pero, ¿qué es la inteligencia artificial?

Se trata de una disciplina, más bien reciente, que tiene por objetivo desarrollar sistemas computacionales, no biológicos, con inteligencia, tomando como referencia la inteligencia humana.

Dicho de otra manera, es la habilidad de una máquina para transmitir y presentar las mismas capacidades que los seres humanos, como por ejemplo, el razonamiento, la creatividad y la capacidad de planear. En definitiva, actuar con una finalidad determinada. Lo lleva a cabo recibiendo unos datos preparados o recopilados por sus sensores, procesándolos posteriormente y respondiendo a ellos.

Influencia de la Inteligencia Artificial en el Derecho

El hecho de que cada vez más exista la posibilidad real de que haya máquinas con elevados niveles de autonomía y consciencia, genera un desafío jurídico – ético que la inteligencia artificial plantea al Derecho.

Existe una conexión entre las normas jurídicas y el cambio y avance tecnológico, concretamente con la Inteligencia Artificial (IA), ya que en primer lugar se deben establecer cambios normativos que respondan a los distintos problemas que van surgiendo a medida que la IA se expande.

Por otra parte, se debe reflexionar sobre criterios y normas que proporcionen flexibilidad al sistema jurídico y que sirva de marco general al desarrollo normativo que la IA requiere.

Necesidad de regular la justicia electrónica

En el ámbito legal cada vez se aplica más la Inteligencia Artificial, concretamente debido al aprendizaje automático, el procesamiento del lenguaje natural, el Big Data y los sistemas de tecnología argumentativa.

En un principio se utilizaban sistemas que ofrecían información de asesoría para profesionales de abogacía, agilizando la recopilación de información que pudiera ser de utilidad para presentar los casos.

Con el tiempo, la argumentación jurídica con la inteligencia artificial ha tomado importancia, cuestión que hace poco no se consideraría una habilidad capaz de realizar una máquina, ya que se consideraba exclusivo del razonamiento humano.

Actualmente, las máquinas ya pueden, en el ámbito legal, argumentar, justificar y ofrecer distintos razonamientos a una materia.

Es por ello que se considera necesario regular la justicia electrónica que llevan a cabo los juristas y demás profesionales del ámbito legal, orientando a los diseñadores de sistemas informáticos. Es esencial que haya una interdisciplinariedad en la tecnología aplicada al Derecho, concretamente la Inteligencia Artificial, para que exista una garantía de que las herramientas digitales funcionen cumpliendo con los principios legales y éticos, ya que son la base del Derecho.

Retos y oportunidades de la Inteligencia Artificial en el Derecho

No se puede definir como problema, sino como reto, la digitalización y la Inteligencia Artificial en el Derecho, porque supone una interacción positiva que plantea nuevas oportunidades en la sociedad. Las cuestiones éticas deben tratarse como desafíos prácticos que buscan la influencia en el progreso científico y humano.

Los profesionales dedicados al desarrollo de la Inteligencia Artificial no dejan de buscar las estrategias y herramientas que favorezcan la creación de modelos computacionales que se puedan comprender, explicar, interpretar, y que sean transparentes y trazables, es decir, modelos éticos.

Estos modelos son éticos pero a su vez filosóficos, ya que son una pieza fundamental para la mejora en la cooperación entre expertos humanos, en este caso de la rama legal y jurídica, con la Inteligencia Artificial.

Por ello, la Inteligencia Artificial no genera únicamente problemas éticos, sino nuevas áreas de conocimiento y realidad para mejorar el desarrollo humano y resolver dichos problemas, ya que el principal reto es que la Inteligencia Artificial, en su aplicación al Derecho, sea comprensible y auditable.

La Inteligencia Artificial se debe desarrollar e implementar conforme a distintos principios éticos, principalmente garantizando la dignidad humana y los derechos fundamentales de las personas, así como desarrollarse en base al mejor interés de las personas, garantizando y fomentando el bienestar social, ambiental y económico de la sociedad.

Algunos de los principales desafíos que se encuentran son la elaboración de normas que respondan a las relaciones jurídicas propias de la sociedad tecnológica que se ha ido construyendo.

Por otra parte, se deben elaborar normas o leyes sectoriales, para las distintas áreas en las que influya la IA y que den respuesta a problemas concretos, como por ejemplo la automatización del trabajo.

Riesgos de la Inteligencia Artificial en el Derecho

Para que se reduzcan los posibles sesgos o riesgos que pueda provocar la Inteligencia Artificial, en este caso, aplicada al Derecho, es necesario garantizar la posibilidad de monitorear los sistemas de Inteligencia Artificial.

La Inteligencia Artificial debe ser la que se adapte a nuestro Estado de Derecho, teniendo en cuenta y respetando los Derechos Fundamentales, de manera analizable y explicable, y no al contrario.

Por tanto, el uso de las herramientas de Inteligencia Artificial por los Poderes Públicos, debe garantizar transparencia, explicando el procedimiento que llevan a cabo estas máquinas con su inteligencia artificial para obtener una opinión determinada.

Se podría plantear la idea de reemplazar a los profesionales del Derecho, como abogados/as o jueces/as, pero, en la propia Carta de Derechos Digitales del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, se indica el derecho a no ser sujeto de una decisión basada únicamente en procesos automatizados, o el derecho a la impugnación de decisiones automatizadas o algorítmicas, así como el derecho de solicitud de la supervisión e intervención humana.

Por ello, la inteligencia artificial y la digitalización del Derecho y de la justicia, debe basarse en un medio para mejorar y empoderar al ser humano y a sus profesionales, no reemplazarlos.

Casos en los que la Inteligencia Artificial ha generado problemas en el tráfico jurídico

Despido de una trabajadora por ser sustituida por un robot

La trabajadora fue despedida por haber sido reemplazada en su actividad laboral por un robot, aunque la empresa alegó el despido por causas productivas, técnicas y organizativas. El Tribunal fundó en su sentencia que estas causas no fueron probadas para resolver la improcedencia del despido y estableció algunas reflexiones, sobre la automatización del trabajo como causa del despido y una valoración sobre los derechos fundamentales que entran en colisión con la causa.

Uso de bots en redes sociales que influyen en los resultados de procesos de elecciones y en las crisis sociales de los países

En 2018 se publicó un estudio que concluía que los bots de Twitter influyeron en los resultados del Referendo del Brexit y las elecciones presidenciales de EE. UU en 2016.

Vehículo autónomo que atropella a una persona y esta muere

En 2018, un coche autónomo de Uber atropelló a una mujer que cruzaba la carretera sin que fuese un paso de peatones.

En relación con la responsabilidad y la IA, el Parlamento Europeo advierte que “Considerando que, gracias a los impresionantes avances tecnológicos de la última década, los robots ya no solo pueden realizar actividades que antes eran típica y exclusivamente humanas, sino que el desarrollo de determinados rasgos cognitivos y autónomos —como la capacidad de aprender de la experiencia y tomar decisiones cuasi independientes— ha hecho que estos robots se asimilen cada vez más a agentes que interactúan con su entorno y pueden modificarlo de forma significativa; que, en este contexto, es crucial la cuestión de la responsabilidad jurídica por los daños que pueda ocasionar la actuación de los robots”.

ChatGPT aplicado al Derecho

¿Hasta qué punto sería conveniente utilizar el nuevo ChatGPT por abogados/as?

El ChatGPT es, para quien no lo conozca todavía, un modelo tecnológico de inteligencia artificial, como un chatbot, que ha sido diseñado por la organización OpenAI, con la finalidad de procesar y generar texto en respuesta a preguntas y conversaciones, de temas variados.

Los profesionales del Derecho pueden utilizar este chat, para apoyarse en su trabajo de redacción de documentos legales, como demandas y contratos, investigación de precedentes judiciales o jurisprudencia, calcular finiquitos, u otras aplicaciones.

Pero, no se puede concluir en qué medida este sistema puede ser fiable o generar desconfianza.

Y tú, ¿dejarías en manos del ChatGPT la redacción de una demanda?

Categorizado en: Jurídico

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