La fotografía digital está muy presente en nuestras vidas esto es debido en gran parte al uso intensivo que le damos a nuestros teléfonos dónde además de hacer fotos podemos compartirlas en nuestras redes sociales. Sin embargo, pocas personas saben realmente qué son las imágenes digitales y cómo se crean. Para es estamos hoy aquí, vamos a realizar un recorrido sencillo para interiorizar todos los aspectos relacionados con el apasionante mundo de la fotografía.
¿Qué es la fotografía digital?
La fotografía digital no es más que la captura imágenes fijas usando una cámara oscura de forma muy similar a la fotografía analógica, pero en lugar de usar una película (carrete) sensible a la luz y productos químicos para su procesamiento posterior, la luz es capturada por un sensor que consta de una red de celdas fotosensibles que reciben la luz que entra a través del diafragma de nuestro objetivo. Estas celdas, al recibir la luz, generan una corriente eléctrica que el procesador de la cámara convierte en una señal digital. Cada una de estas células fotosensibles crea un píxel y la suma de todos ellos conforma nuestra imagen que posteriormente se almacena en tarjetas de memoria en diferentes formatos y compresiones. Por lo tanto, el sensor, es el corazón de la cámara fotográfica digital y aunque no vamos a profundizar mucho más en el tema de los sensores, tienes que saber que actualmente hay dos tipos de sensores bastante extendidos. Nos referimos al sensor CCD y al sensor CMOS. que es el que la gran mayoría de cámaras digitales monta en la actualidad.
Tanto la fotografía analógica como la fotografía digital está al servicio de la documentación de cualquier hecho ya sea histórico, familiar, artístico, publicitario etc. Sin duda alguna se trata de un avance tecnológico que revolucionó la industria fotográfica y que día a día seguimos disfrutando.
Un poco de historia de la fotografía digital
Estoy seguro de que muchos de vosotros no os habéis parado a pensar el origen de la cámara digital. La primera cámara digital se la debemos al ingeniero electrónico Steven Sasson en 1975 que por aquel entonces trabajaba para compañía Kodak. La tarea que le encargaron a Steven Sasson no fue otra que la de crear una cámara con un sensor electrónico CCD que fuese capaz de captar la información de nuestros ojos. Y vaya, si lo consiguió, creó de un artefacto 3.6 kg cuya resolución era de solo 100×100 (0.01 megapíxeles). Las imágenes eran en blanco y negro y se grababan en un casete en un proceso que tardaba 23 segundos. En el vídeo que tenéis a continuación, podéis ver el prototipo original y además se hace una reflexión de la evolución imagen digital.
Esta cámara sentó precedente en la fotografía digital, pero hasta los años 90, Kodak no comenzó a comercializar este producto. Un año después en 1991, la empresa lanzó su sistema de cámara digital conocido por DCS por sus siglas en inglés que disponía de un sensor de 1,3 megapíxeles montado en una Nikon F3. Dicha cámara tenía una unidad conectada mediante cable dónde se podía visualizar la fotografía y guardarla. En definitiva, se trata del primer paso en la amplia evolución de las cámaras digitales y de la imagen digital a la que todos tenemos acceso en la actualidad.
Conceptos básicos fotografía digital
Existen tres conceptos básicos que son elementales para cualquier persona que se inicia en el mundo de la fotografía. No importa el equipo fotográfico que dispongas, ni tus preferencias etc. lo verdaderamente importante es que disponer de una base sólida de los principales aspectos que intervienen en la toma fotográfica para lograr capturar imágenes de calidad y por consiguiente mejorar tu fotografía en cualquier proyecto que te propongan.
Apertura de diafragma:
El diafragma es la parte del objetivo que regula la abertura de la lente de la cámara. Está compuesto por una serie de pala que dependiendo del valor que utilicemos representado por el número f dejará pasar más o menos luz hasta el sensor. Cuanto menor es el valor f más abierto estará el diafragma y, por consiguiente, más cantidad de luz dejará pasar. Este aspecto afecta directamente a la profundidad de campo que es la zona de la imagen que podemos apreciar como nítida. Cuanto menor es el valor de apertura menor será la profundidad de campo y serán más los elementos desenfocados en la fotografía. Por el contrario, cuanto más cerrado esté el diafragma mayor será el valor f y serán más los elementos de la fotografía que aparezcan con nitidez.Velocidad de obturación:
Es el tiempo que el obturador de la cámara permanece abierto exponiendo el sensor a la luz. La velocidad de obturación se representa en segundos y, normalmente, la veremos en fracciones de segundo. Cuanto mayor es el tiempo de exposición o lo que es lo mismo menor sea la velocidad de obturación más luz captará el sensor y mayor será la exposición final por lo que la imagen resultante puede que aparezca movida. En cambio, a mayor velocidad de obturación menos luz llegará al sensor y obtendremos una imagen con menor exposición.ISO:
La sensibilidad ISO marca la cantidad de luz necesaria para realizar una fotografía. La diferencia entre el ISO, el obturador y el diafragma es que estos dos últimos dejan pasar la luz naturalmente. Sin embargo, el ISO lo que hace es amplificar la señal digitalmente. En otras palabras, es la sobreexposición que nosotros le damos al sensor de la cámara. Por ejemplo, el sensor de nuestra cámara tendrá el máximo de calidad a ISO 100 o el mínimo posible dependiendo de esta. Si aumentamos el valor ISO ganaremos más luz de forma exponencial, pero a costa de perder calidad en la imagen. Esto se debe a la presencia de ruido en la imagen, que son esos puntitos o granos que se aprecian al ampliar la imagen.
Este conjunto de parámetros forma el conocido triángulo de exposición que nos ayuda a representar los elementos principales que afectan a la exposición en una fotografía.

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