En esta publicación hablaremos sobre la desinversión como aquella acción de retirar o recuperar ciertas cantidades invertidas en el mercado de productos financieros. Con el objetivo de conseguir liquidez, o de encontrarse en la búsqueda de una mejor inversión para el montante que se pretende desinvertir o por haber llegado al fin de la vida de la inversión original.
¿En qué consiste la desinversión?
A través del proceso de desinversión, una determinada empresa o grupo de inversión disminuye su participación (posesión de determinados activos financieros) mediante el trámite de venta completa o reduciendo su cuantía.
Es decir, a través de este proceso, se procede al desligamiento de activos financieros, participaciones, acciones o negocios como parte estratégica de índole financiero o empresarial. Generalmente con la intención de reasignar recursos, concentrar el poder financieros en áreas más rentables o como parte de un cambio de estrategia de inversión. En conclusión, en el proceso de desinversión se va a desprender de ciertos activos financieros, lo cual no supone una pérdida, porque en ocasiones, la desinversión es considerada una acción destinada a obtener rentabilidad mediante un plan secundario.
Objetivos de este proceso
El principal objetivo, del proceso de desinvertir en activos financieros que ya se poseen, es la reasignación de recursos. Las empresas inversoras llevan a cabo esta operativa financiera para dedicar una mayor cantidad de recursos a otras actividades. En esta dirección, una empresa puede tomar la decisión de enajenar una filial propia de la compañía en algún país determinado porque no cumple con los mínimos establecidos en el plan de rentabilidad anual.
Otro objetivo de este proceso es la eliminación de recursos ociosos o generadores de pérdidas. La venta de activos financieros o la reducción del gasto en capital también se motiva mediante el desprendimiento de recursos que generan pérdidas. O que no se encuentran en uso en el proceso productivo actual, pudiendo aparecer una alta diferencia en el coste de oportunidad de estos recursos.
¿Para qué se hace uso de la desinversión?
Lo más importante a considerar en este proceso es que la operativa de desinversión está conectada a proyectos de inversión, generalmente, de carácter a largo plazo. Por tanto, las operativas destinadas a deducir los recursos asignados a un proyecto tiene como contrapartida la creación de una provisión hacia otro plan de inversión. A continuación , se muestran los principales usos del proceso de retirada de recursos.
- Reasignar recursos.
- Generar liquidez.
- Aumentar la rentabilidad a corto plazo.
- Desprenderse de activos no rentables.
- Financiar nuevas oportunidades de inversión.
- Reducir deudas.
- Enfocarse en áreas estratégicas.
Intencionalidad de reducción del riesgo
Este proceso de enajenación de recursos o activos financieros puede considerarse una medida estratégica importante cuando se busca reducir la exposición al riesgo. Como el caso de una empresa con inversiones generadoras de altos rendimientos, pero una alta tasa de riesgo también. En este contexto, esta empresa que tiene cierta aversión al riesgo podría preferir desinvertir en estas oportunidades para realinear su cartera hacia inversiones menos rentables, pero más seguras.
Una empresa con enfoque de reducción de riesgo busca salvaguardar el capital evitando su exposición a posibles pérdidas sustanciales. Por tanto, el proceso de desinvertir proporciona una herramienta ideal que reduce el riesgo y mantiene más estables los ratios de rentabilidad y crecimiento de la inversión.
En conclusión, la desinversión permite reducir riesgos y ayudar a priorizar la estabilidad y seguridad en los proyectos de inversión en busca de reducción de volatilidad
Desinvertir como plan de dirección estratégica
Normalmente, el anuncio de un proceso de desinversión es percibido de manera negativa por accionistas minoritarios, empleados o público en general. A causa de haber asociado este proceso con la quiebra o el fracaso empresarial. Tendiendo a pensar que desinvertir enmascara posibles problemas financieros. No obstante, este proceso de reasignación de recursos financieros, desde la perspectiva empresarial, puede ser una estrategia de optimización de carteas. En busca de fortalecimiento en otras áreas estudiadas por la empresa.
Si bien es cierto que la desinversión puede ocurrir en momentos de crisis financiera, también se implementa como parte de una planificación estratégica saludable. Las empresas pueden decidir vender activos o divisiones que ya no se alinean con su enfoque principal o que no son tan rentables como otras áreas de negocio potenciales.
A modo de conclusión, se debe tener en cuenta que, aunque la desinversión pueda contener connotaciones negativas, no siempre se vinculará a problemas financieros o económicos.
Factores que tener en cuenta en este proceso
La operativa de desinvertir y reasignar recursos debe respetar el principio de su observación desde el punto de vista económico. Y por ello, antes de tomar esta decisión, se debe tener en cuenta, como mínimo, los siguientes ratios.
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Tasa Interna de Retorno (TIR)
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Pay-Back
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Valor actual neto (VAN)
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Descuento de flujos de caja
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Ratios rentabilidad-riesgo
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Ratios de valoración: ROCE, ROE, ROI, PER o BPA.
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