Caperucita Roja, Alicia en el país de las maravillas o El gato con botas, estuvieron presentes en la infancia de la mayoría de nosotros. Tradicionalmente, los cuentos, ha sido una forma entretenida de trasmitir valores y creencias a los más pequeños. Seguramente seamos capaces de narrar cualquiera de estas historias y sin embargo, tengamos serias dificultades para explicar cómo se hace una raíz cuadrada. Todo esto se nos contó a una temprana edad, pero la memoria hace hueco únicamente para lo que interiorizamos y nos deja impronta. Por eso, “contar historias” se ha convertido en una fórmula eficaz y recurrente para las empresas que buscan transmitir ideas que no caigan en el olvido.
El papel del storytelling en la empresa
El “storytelling” puede ser la herramienta idónea para que nuestro mensaje llegue con fuerza y consiga penetrar en la mente del consumidor. Algunos lo definen como una combinación entre ciencia y arte, que fusiona componentes estructurados con grandes dosis de emoción, inspiración y creatividad para dar forma a una buena historia que llegue a la gente. En un mundo en el que productos, marcas y organizaciones parece que cada día se asemejan más, se puede destacar y seducir con un discurso que nos defina, que exprese nuestra identidad y apele el interés del consumidor.
Ya sea escrita, en vídeo o con imágenes, el poder de una historia no debe ser subestimado. El storytelling transforma la información en emoción y empatía. Las anécdotas, experiencias o mitos dan un toque frescura y diversión, pero nuestro guión debe tener estructura, buen contenido, técnica y sobre todo, una misión clara y objetivos predeterminados minuciosamente.
La audiencia reclama historias
El valor estratégico del storytelling está en auge; el posicionamiento del producto o sus cualidades han perdido peso en el branding; la audiencia reclama historias que humanicen la marca para hacerla suya. Esto es algo que reconocidas compañías llevan haciendo muchos años con sus anuncios publicitarios llenos de positividad y que nos sacan la sonrisa; pero crear historias y difundirlas está al alcance de todos gracias a proliferación de la las redes sociales corporativas y la creación de comunidades de encuentro entre el cliente y la empresa; espacios donde interactuar y narrar en primera persona las experiencias y conocimientos bidireccionalmente.

“Las historias son la esencia de la experiencia del ser humano. Por esa razón nos llegan al corazón y la mente. Es por eso por lo que las historias conectan. Por eso pueden ser recicladas una y otra vez y aún siguen resultando nuevas e inspiradoras” Peter Fruhmann
Ya sea tocar la fibra sensible o convertir al cliente en protagonista , la idea es crear un vínculo emocional que capte la atención del público y aguarde hasta el desenlace, la haga participativa y promueva la viralidad.
Gracias por la mención, Carmen (no había visto el ping hasta ahora). Gracias también de parte de Peter, le ha hecho mucha ilusión verse citado en castellano. Un abrazo,Eva
Gracias por tu comentario Eva.
Espero que os haya gustado el post a ambos. También felicitarte por los artículos tan interesantes e inspiradores que publicas.
Un saludo.