La revolución tecnológica está transformando nuestro mundo de manera exponencial, modificando desde cómo compramos (escáner e impresoras 3D), cómo conducimos, (coches autónomos) y cómo tratamos enfermedades (implantes bioelectrónicos), hasta qué comemos (carne artificial) y qué hijos tenemos (modificación genética). Y sin que apenas nos demos cuenta, se está creando la tormenta perfecta:
- 100% de los nuevos empleos está relacionado con alguna tecnología, pero solo el 26% de estudiantes españoles está matriculado en carreras técnicas.
- 65% del tiempo que trabajamos estará́ robotizado, pero solo el 9% de los adultos recibe formación continua.
- 65% de las nuevas ofertas laborales en 2030 serán para profesionales de FP, ero en España solo hay un 35% de Formación Profesional, y un excedente universitario.
- Los cursos online crecerán 30% en los próximos años, y cuentan ya con 9.500 cursos en +800 universidades y +80 millones de estudiantes.
La situación española es especialmente alarmante, estimándose que para el año 2020 existirán 2 millones de nuevos empleos cualificados sin cubrir por falta de perfiles. El desajuste entre oferta y demanda es tal, que cuanto más crezcan las vacantes, mayor será el desempleo. Concretamente en el desempleo juvenil, las razones de que el porcentaje llegara a situarse en el 46,4% en los peores años de la última crisis, reside justamente en el desajuste entre la oferta y la demanda de trabajo por nivel educativo. Las carreras y formación elegidas no son aptas para entrar en el mercado laboral. Ello ha recibido el calificativo de «generación perdida», acuñado por primera vez por el Fondo Monetario Internacional.
Nos estamos formando para trabajos que están dejando de existir
Esta auténtica revolución del empleo está exigiendo perfiles robot-proof, personas expertas en lo que los robots no puedan hacer, provocando a su vez una revolución de la educación que va a exigir una formación más centrada en áreas técnico-humanistas, STEAM, y menos University-centric, que asegure el desarrollo de las llamadas “soft skills" o habilidades blandas necesarias para el futuro del trabajo.
Esta situación plantea las siguientes cuestiones para el estudiante y el profesional a día de hoy:
- ¿Cómo sé qué profesión escoger si no conozco el 85% de los empleos de futuro?
- ¿Cómo sé qué formación elegir si hay miles de cursos nuevos entre grados, FPs y cursos online?
- ¿Cómo sé en qué habilidades blandas capacitarme si prácticamente ninguna se estudia?
A estas preguntas responde Singularity Experts con una innovadora solución que nace para orientar a todas esas personas que no saben qué estudiar o en qué trabajar, confundidos por la velocidad de la tecnología y la atomización de la educación. Así, a través de una orientación profesional y académica, se le indica a cada persona qué trabajos de futuro se le va a dar mejor y qué debería estudiar, sobre la base de su perfil. Pero… ¿cómo funciona realmente?
Descubre lo que cada persona puede hacer, sabe hacer y quiere hacer
Mediante un sistema holístico de perfilado, se miden 50 dimensiones que son críticas a la hora de identificar la afinidad de esa persona con los empleos de futuro: 8 diferentes tipos de inteligencias, pensamiento computacional, personalidad, valores, inteligencia emocional, intereses profesionales, competencias, afinidad por tecnologías exponenciales, por sectores concretos, etc. Este innovador sistema de profiling genera un “ADN” único de la persona de cara a orientarle sobre los empleos de futuro que mejor encajan con él/ella.
Esa “radiografía” única de cada persona se cruza con un catálogo propio de más de 3.000 empleos de futuro. Estos empleos son tanto técnicos como humanistas, todos existen ya en la actualidad y tienen el 100% de empleabilidad garantizada. Para demostrar dicha empleabilidad, se ofrecen evidencias basadas en datos confirmados por diferentes instituciones de prestigio reconocido, tales como McKinsey, Gartner, World Economic Forum o el MIT.
Millones de combinaciones hacen que los resultados encajen con el perfil de cada usuario
El sistema de Inteligencia Artificial -de desarrollo propio- genera conexiones entre las millones de combinaciones de dimensiones del usuario posibles, e infiere las más adecuadas para cada persona en concreto. Así, con el análisis del perfil de capacidades de la persona, se definen los 10 empleos de futuro que mejor le encajan, y la propuesta de las 10 rutas formativas para prepararse en cada uno de esos empleos, detallado todo ello en un informe personalizado.
Además de la propuesta formativa, se recomiendan las habilidades blandas o “soft skills” que cada persona debe desarrollar, basándose en aquellas que los principales expertos a nivel mundial estiman que tendrán mayor importancia en el futuro del empleo, dentro de las que se encuentran la orientación a la resolución compleja de problemas, el pensamiento crítico y analítico o la capacidad de adaptación y flexibilidad.
La Inteligencia Artificial es clave para orientar a los profesionales hacia su futuro profesional
La Inteligencia Artificial nos ha proporcionado una capacidad única para modelar el comportamiento de nuestros datos de perfiles psicológicos y futuros trabajos basados en reglas de negocio, y producir un modelo que nos permite razonar y hacer inferencias de conocimiento explícitas e implícitas en estos datos. Teniendo en cuenta que manejamos 50 dimensiones por persona y más de 3.000 trabajos del futuro, nuestros algoritmos nos permiten, a través de esta capa de inteligencia, generar inferencias entre los millones de combinaciones posibles y descubrir con la mayor precisión los trabajos más relacionados.