¿Influye la nota de la carrera en la búsqueda de empleo?

Obtener una buena nota en el examen…Un objetivo común para casi todos los estudiantes. Parecería lógico pensar que una buena nota en una asignatura o en una titulación universitaria o de cualquier otro tipo significa un alto nivel de desempeño de esta persona, pero ¿hasta que punto esto es así? Por ello, vamos a plantearnos la influencia, en la búsqueda de empleo, de las calificaciones obtenidas en el expediente de un título.

Habría que hacer una estadística para conocer en cuántos procesos de selección se le pregunta a los candidatos acerca de la nota media final obtenida en sus correspondientes títulos. Por mi experiencia, son muy escasas estas situaciones en proporción al total de procesos de selección. Sobre todo en puestos donde lo que se requiere es experiencia laboral contrastada, la calificación del título se convierte en banal. Sin embargo, para trabajos donde se requiere un perfil sin experiencia y dónde la formación es requisito indispensable, la calificación podría cobrar una mayor relevancia a la hora de evaluar el perfil.

La importancia de la nota de la carrera en la búsqueda de empleo

Por tanto, es posible que encontremos algunos puestos de trabajo donde los técnicos de selección requieren al potencial empleado un «buen expediente académico«. Las competencias y habilidades que podemos asociar a una persona con un buen perfil académico son las siguientes:

• Disciplina: Es normal creer que unas buenas calificaciones generales implican una disciplina mínima a la hora de afrontar el día a día del estudio de un curso o carrera.
• Alto rendimiento bajo presión: Si la nota media final es alta nos puede señalar que las calificaciones han sido regularmente altas durante todo el proceso de la acción formativa. Por tanto, la persona denota que ha sabido mantener el buen nivel, con el hándicap de que mantener un alto rendimiento puede suponer una mayor presión una vez que se van obteniendo calificaciones altas de manera regular.
• Ambición: La búsqueda constante de la mayor calificación posible y la organización del trabajo para conseguir este objetivo denota una gran ambición por parte del candidato. Por tanto, la ambición se considera positiva si la extrapolamos al desempeño laboral. Entendida como proactividad en el día a día de la compañia.

Sin embargo, si pongo en tela de juicio las calificaciones como factor decisivo en un proceso es por la complejidad a la hora de dar veracidad a estos datos. Por ejemplo, la dificultad de las mismas titulaciones varían considerablemente dependiendo de donde se desarrolle su estudio. Además, en muchas ocasiones, un alto desempeño en el estudio no significa un alto desempeño en el trabajo y la persona en cuestión, no posee las habilidades sociales necesarias para un puesto de trabajo que, por otro lado, no necesitaba para obtener una gran nota en su estudio.

Como conclusión, me gustaría apostar por la mayor transcendencia de ciertas habilidades o competencias que, quizás no se reflejan en un número, pero que pueden propiciar un desempeño laboral más eficiente. Competencias que se adquieren en el día a día y que, en muchas ocasiones, no somos capaces de plasmar de forma clara en nuestro curriculum vitae.