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Comentarios
Qué interesante!!!!!!! Comparto totalmente su reflexión. Para responder rápidamente a sus preguntas:1. Sí conozco el término interdisciplinar y me parece también más acertado. Gracias.2. La actividad física, ejercicio físico…es verdad no hablo directamente de él pero SÍ es imprescindible como el resto de los cambios. Es también proceso, como cada cambio sobretodo con las personas que acompaño que sufren de obesidad mórbida y severa. ouhhh podría seguir compartiendo sobre el tema horassss es tan interesante.Monté, desde más o menos un año, un proyecto para permitir a las personas (obesidad de tipo III y IV sobretodo) con pocos medios económicos emprender un tratamiento de calidad mediante el coaching nutrición muy accesible. Es lo mejor creo que he hecho profesionalmente en mi vida. Soy testigo de lo que el ser humano es capaz de hacer, cambiar cuando uno se compromete con él y lo acompaña en sus pautas…Gracias nuevamente por lo compartido arriba.
Gracias Juan Carlos. No podría decir que
todas las personas que acompaño tienen a la raíz de su obesidad una herida cuya
consecuencia es traumática (psicológica), más o menos profunda y grave pero casi
todas sí. El reto y desafío del paciente et de los profesionales que lo
acompaña en un tratamiento multidisciplinar es lograr romper con el enlace
EMOCIONES-INGESTA.
Hablamos de una experiencia concreta para
ilustrar la importancia de “cortar” con el fuerte enlace
emociones-ingesta en numerosos pacientes con obesidad.
Paciente de 53
años. A los 7 años sufre durante 2 años de su vida una experiencia traumática,
que nunca se ha expresado hasta hoy. A la raíz de esa herida profunda, engorda.
Tiene una obesidad casi de tipo III (mórbida) yendo cada vez a más. Esa
paciente luchó toda su vida para curar su cuerpo haciendo todo género de dietas
pero nunca lo logró. Cogió kilos poco a poco como la mayoría de las personas.
Empecé un trabajo de COACHING (de vida, personal) y Nutrición con ella hace 2
meses. Encontramos SU dieta (su forma de comer adaptada a su ritmo de vida, gusto
y sobretodo cuerpo), pero es sólo desde
que esta paciente empezó a expresar y
observar su vida (expresión del trauma), sus emociones, su comportamiento, toma
de consciencia del enlace “emociones con ingesta, que logró cada semana perder peso.
Todo eso, acompañado de pautas nuevas personalizadas (entre ellas pautas
alimenticias), potenciando las aptitudes de esa paciente y los pasos dados,
desarrollando autoestima/autoconfianza, reconciliación con su cuerpo… y
acompañamiento cercano y personal de esas etapas y metas… Esta paciente en una evaluación dice “sabía
que tenía que cambiar algo pero no sabía qué, tampoco cómo hacerlo cada día. Me
sentía SOLA ante una montaña, aunque conociendo los senderos.”
Diría que este enlace “emociones-ingesta” es resultado de una vivencia
personal del paciente que tenemos que tomar en cuenta en el tratamiento
multidisciplinar desde el inicio. La persona en un
momento dado de su vida, por motivos conocidos o desconocidos, ha creado
una respuesta sistemática a sus emociones, comiendo: alegría, miedos, tristeza,
rabia, anticipación también y
aburrimiento (vacio de proyecto, apatía…) esas emociones suelen producir,
ansiedad, nerviosismo, agotamiento… y vienen herir la autoestima,
autoconfianza… en fin, afecta el
desarrollo feliz de una persona, su bienestar psicológico y físico.
Para calmar, llenar los vacios, sentir un
alivio inmediato para “menos sufrir” (aunque efémero como con otra “droga”)…,
la persona recurre a la comida.
Una vez “creado” este enlace, “emociones-ingesta” , de forma
consciente o inconsciente es muy difícil deshacerse
de él porque justamente es goce, deleite, júbilo… porque también tenemos que
comer varias veces al día… Además, una
vez que lo hemos utilizado y que ya empezamos a coger kg, ver que empezamos a
deteriorar nuestro cuerpo engendra otra tristeza, desprecio… y es el pez que se
muerde la cola… aumentamos la ingesta y esta vez, a veces cuando, sin saborear,
sin ser consciente de lo que comemos, cuando comemos etc… ya no hay placer…
A saber, parece lógico que es fundamental romper con esa dinámica “emociones
con ingesta” en un primer tiempo dándose cuenta de lo que pasa, entrando en una
dinámica de pautas alimenticias diferentes, una dinámica de cambio: conlleva la
gestión de las emociones con nuevas herramientas. El “¿qué hago cuando siento
tristeza, cuando me siento nerviosa, etc…?
Eso pasará por un trabajo junto a un equipo de profesionales en
distintos ámbitos. Para curar el cuerpo, en este caso la obesidad y enfermedades que
conlleva con un/a médico/a; Averiguar, expresar lo
que vive, lo que siente el o la paciente, los motivos de sus emociones, pautar su vida para
ir hacia un cambio, pautas gestión de
las emociones, con la ayuda de un/a psicólogo/a; Re-Aprender a comer bien (pautas alimenticias / falsos mitos…) y
encontrar “su” forma de comer (personalizada) con la ayuda de un/una
nutricionista; Entrar en una dinámica de cambio y vivirla, pautas y conductas nuevas (alimenticias,
gestión de las emociones…) para convertirlas en
hábitos mediante metas concretas y realistas, personalizadas; aprender a conocerse y amarse (virtudes y
limites), potenciar la autoestima y autoconfianza, aclarar los objetivos
del paciente… estar acompañado en esta experiencia de cambio, en el tratamiento
con la ayuda de un/a coach personal.
Podría hablar horas de esa enfermedad crónica por estar cada
día acompañando, compartiendo el sufrimiento de las personas con quién trabajo;
adultos, jóvenes y cada vez más y más niños. Esa enfermedad la conozco, pasé
por ella y tal un adicto a substancias adictivas tengo que estar alerta y firme
para no recaer en ella.
La obesidad es una enfermedad compleja donde unos de los
factores son conocidos (conducta ante la comida, ejercicio físico, depresión,
fármacos, etc…) otros desconocidos o/y inconscientes (causas profundas,
experiencias, genéticas…) Tiene consecuencia física como psicológica
La obesidad como otra enfermedad llama a una respuesta
compleja tal como es la enfermedad… y como tendría que ser para cualquiera
enfermedad. Respuesta global (Multidisciplinar: médica, dietética-nutricional,
psicológica y coaching) al servicio del
cuerpo y de la mente, respuesta
integral, profunda para curarse, echar raíces, sentar las respuestas que suelen
ser CAMBIOS: cambios de hábitos, de forma de vivir… Y eso puede acompañarse de
otros cambios de vida, causas de la ansiedad, del malestar…
No es sólo “conocer como comer y lo que hay que comer” sino
es reeducar la mente, maltratada por las experiencias, por unos malos hábitos,
por sufrimientos profundos. Destapar los problemas, las emociones, las
experiencias, deshacer los nudos, abrir las ventanas, tomar aire, volver a
creer en si mismo, volver a inventar su vida… Curar el cuerpo; bajar de peso,
volver a poder caminar, a vivir, a sentir, respirar…
Dejarse Ayudar es un acto valiente, responsable. Es tomarlas
rendas de su vida. Pedir ayuda es contar, con el profesionalismo de otras
personas y técnicas para sacar la cabeza del agua, confiar en ellos, dejándose
coger un tiempo por la mano. Un momento, solo un momento, dejarse llevar hacia
un camino nuevo de bienestar y de felicidad gracias a la ayuda de profesionales
de la obesidad.