Conducir con hielo y nieve. Recomendaciones durante la circulación (II)

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Como comentamos en un post anterior, entra dentro de lo posible que a lo largo del invierno, en nuestros desplazamientos en vehículo, nos encontremos con unas condiciones adversas para la conducción, siendo una de las más peligrosas, conducir con hielo y nieve en la calzada. En ese post tratamos la preparación del viaje, cuando se prevean esas condiciones, hoy veremos qué hacer durante el mismo y en el caso de quedarnos inmovilizados.

Durante la conducción.

Circular siempre con las luces de cruce encendidas.
Señalice siempre los cambios de dirección.
Adecue la distancia de seguridad a las condiciones de la vía. (Con hielo y nieve, la distancia de frenado puede llegar a multiplicarse por 10 respecto a condiciones normales)
Evite las maniobras bruscas, aceleraciones, deceleraciones y adelantamientos.
Circule con una velocidad reducida y evite frenazos bruscos, pueden provocar el bloqueo de las ruedas, que el vehículo patine y que se pierda el control sobre el mismo. Pise el pedal de freno con pequeños toques suaves pero continuos. Ayúdese del freno de motor, es decir reduzca las marchas para disminuir la velocidad.
Tenga el cuenta que en los surcos que otros vehículos han dejado delante de nosotros, hay nieve prensada que rápidamente se puede transformar en hielo, aún más peligroso. Si las condiciones lo permiten, circule por la parte de la carretera donde exista nieve virgen.
Tenga en cuenta que en las zonas de umbría, (bajo puentes, curvas cerradas, etc.) pueden formarse placas de hielo. Extreme las precauciones.
En cuanto la carretera sea blanca o lo requieran las Fuerza y Cuerpos de Seguridad, coloque las cadenas en las ruedas motrices del vehículo. Lo hará en un lugar apartado de la calzada de fácil acceso para el vehículo, evitando entorpecer la circulación de la carretera. Retírelas en cuanto desaparezcan las condiciones de hielo y nieve.
En caso de situaciones extremas, cuando la circulación suponga un verdadero peligro para la Seguridad, o la nieve acumulada sea muy alta, pare fuera de la calzada en un lugar apropiado para ello, señalice su situación y espere hasta que las condiciones permitan reanudar la marcha. Avisar de nuestra posición a algún familiar, amigo, alguien del lugar de destino o a los servicios de emergencia si la situación lo requiriere.
Facilite siempre la labor a los integrantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, Servicios de Urgencia y Servicios de Mantenimiento de Carreteras.

En caso de inmovilización.

En caso de quedarse atascado, intente balancear el coche adelante y atrás, utilizando la segunda marcha y la marcha atrás de forma sucesiva. De igual forma para arrancar y salir hágalo con la segunda marcha.
Avise de su situación, indicando sobre todo su localización a los servicios de emergencia.
De forma periódica arranque y mantenga el motor encendido con la calefacción puesta para mantener la temperatura interior. Verifique que el tubo de escape no ha sido obstruido por la nieve, mantenga la salida de gases libre.
Recabe información sobre su situación, tiempo estimado de rescate o asistencia, previsión futura del tiempo, etc. Actúe en consecuencia racionando los suministros de combustible, bebida y comida.
Mantenga señalizada su posición y a mantenga libre un salida del vehículo, pero deje el resto de la capa de nieve. No quite la capa de nieve que caiga encima del coche hasta que no se disponga a salir. La nieve actúa como aislante respecto a las temperaturas extremas del exterior.
Mantenga la calma y transmita calma a los demás ocupantes del vehículo, especialmente si son niños.