Solo en 2014 se matricularon 855.308 turismos, siendo un dato muy inferior a los acostumbrados antes de la crisis que rondaban, por ejemplo en 2004 los 1.5 millones de vehículos. Teniendo en cuenta estos datos y la necesidad de cambio de neumáticos debido a la gran importancia de sus buenas condiciones, nos pueden hacer una idea de la cantidad de neumáticos desechados que se generan al cabo del año. Llegando a suponer unos de los mayores peligros medioambientales.
![inesem_neumáticos_usados neumáticos](https://www.inesem.es/revistadigital/gestion-integrada/files/2015/11/inesem_neumáticos_usados1.jpg)
Producir un neumático es un proceso que requiere gran cantidad de energía (hasta medio barril de petróleo crudo para fabricar uno de camión). Por lo que su correcto almacenaje y reciclado debería de ser un proceso mucho más controlado por políticas medioambientales, pese a no serlo. Hay un porcentaje muy alto de estos desechos que se acaban quemando para hacerlos desaparecer, pese a la gran repercusión medioambiental que esta práctica acarrea. Las operaciones de reciclado, recauchutado y reutilización para conseguir la correcta eliminación de estas gomas pueden ser una reutilización que pase por su uso en parques infantiles, defensa de muelles o embarcaciones, rompeolas… aunque lo ideal sería un proceso de reciclado efectivo que nos permita un reaprovechamiento de estos materiales plásticos. Éstos pueden ser:
-Regeneración: este proceso es bastante difícil debido a las condiciones que se le obliga a cumplir a un neumático, por lo que reconvertir este caucho en un nuevo neumático, hoy por hoy, no es una técnica rentable.
![inesem_carreteras carretera hecha con neumáticos](https://www.inesem.es/revistadigital/gestion-integrada/files/2015/11/inesem_carreteras1-300x199.jpg)
-Termólisis: En este proceso a altas temperaturas y sin presencia de oxígeno se puede llegar a la producción de neumáticos u otros materiales en cadenas industriales, ya que consigue una recuperación de los componentes primarios.
-Pirolisis: Proceso que a día de hoy no sale de la “fábrica piloto” por problemas de separación de compuestos carbonados.
-Incineración: Proceso difícil y costoso por las diferentes velocidades de combustión de cada componente, necesidad de depuración y actividad contaminante.
-Trituración Criogénica: Son tan complicadas las instalaciones que lo hacen a día de hoy, poco rentable.
-Trituración Mecánica: Este proceso suele incluir la fragmentación del neumático en gránulos, separación de componentes (acero y fibras) y desvulcanización o no.
El caucho procedente de los neumáticos se utiliza como material ligante para capas asfálticas en la construcción de carreteras, además convirtiéndolas en carreteras más seguras. Se pueden llegar a usar entre mil y 7 mil neumáticos para un kilómetro de carretera de dos carriles, siendo por ello, una de los usos y soluciones más normalizadas en cuanto a usos. Los expertos aseguran que la adición de estos restos al asfalto produce una serie de ventajas como son la mayor media de vida, más elasticidad y más resistencia tanto al frío como al calor, con menos contaminación acústica, ayuda al frenado del vehículo y produce un mayor agarre de las llantas.
Aunque mucho menos conocido y normalizado, también nuestro viejo neumático puede acabar siendo una baldosa, aislante de cable, tubería o revestimiento de piso o suela de nuestros zapatos.
Debido a ello se han creado asociaciones o entidades como SIGNUS que garantizan un tratamiento adecuado para convertir un residuo en un material con valor ya que la ley obliga a los productores a gestionar la totalidad del residuo que se genera. Ofreciendo un servicio gratuito de recogida.
Si quieres que los adultos reciclen, simplemente háblele a los niños de la importancia de reciclar y lo harán.-Bill Nye.
Categorizado en:
Gestión Integrada