Brucelosis o Fiebre de Malta

Siguiendo con la temática de post anteriores en los que estamos tratando distintas zoonosis, esta semana os voy a hablar de la Brucelosis. En los últimos días se han reunido en la Universidad de Navarra 290 científicos de 44 países  en el Congreso Internacional de Investigación sobre Brucelosis, dónde se analiza esta enfermedad infecciosa que afecta sobre todo a animales de granja pero que puede ser transmitida al hombre muy fácilmente. Según los datos recogidos por estos científicos, desde hace una década en España se producen al año unos 1.500 casos oficialmente declarados de brucelosis humana. Los datos a nivel mundial son de unos 500.000 casos que se distribuyen generalmente en los países mediterráneos, la península arábiga, Asia y Latinoamérica La Brucelosis es la zoonosis que mayor número de casos produce en España y desde el año 1943 es una de las enfermedades de declaración obligatoria. Se distribuye por toda la península aunque hay regiones libres como Canaria y zonas con incidencia baja como el litoral mediterráneo y cantábrico. Es en el centro y sur de la península donde la incidencia es más alta ya que es en estas zonas donde más explotación hay de ganado ovino y caprino. Esta enfermedad está producida por bacterias pertenecientes al género Brucella siendo varias especies las que la producen. También es conocida como Fiebre de Malta o mediterránea, Fiebre ondulante o Enfermedad de Bang.

Vías de transmisión de la brucelosis

Existen dos vías de transmisión al hombre y casi siempre es por cabras y ovejas infectadas. Por un lado está el consumo de productos de animales infectados, fundamentalmente leche cruda o productos lácteos sin pasteurizar, casi siempre queso fresco. Y por otro, también puede transmitirse por contacto directo con tejidos animales infectados, sangre, orina, secreciones vaginales, fetos abortados o placenta, normalmente a profesionales veterinarios. Para  los cuidadores de los animales, la vía habitual es a través de la boca, nariz ojos o heridas y cortes en la piel. La bacteria también puede se transmitida  por  vía aérea al limpiar los  establos.

Síntomas de la brucelosis

Los síntomas de la enfermedad pueden ser muy distintos en cada individuo e incluso puede ser que el sistema inmunológico  elimine la bacteria siendo asintomática. Si las defensas no son suficientes y consigue pasar al torrente sanguíneo, el  síntoma más frecuente que puede presentar es  fiebre, que dura varios días tras los cuales desciende volviendo a aparecer luego en oleadas. Esta fiebre está acompañada de sudoración intensa y dolores articulares, musculares y neurológicos acompañado de estado de cansancio continuo. También pueden presentar síntomas más generales como fatiga, dolor de cabeza o pérdida de peso. Una vez la bacteria está en el torrente sanguíneo, podrá localizarse en distintos órganos presentando síntomas específicos. Lo más grave es que acceda al sistema nervioso central o al corazón, pero estos casos son bastantes raros. La peculiaridad de la brucelosis, es que en los pacientes que no han sido tratados suelen reaparecer los síntomas sobre todo en los tres meses posteriores a la enfermedad, que es lo que se conoce como recidivas. Incluso hay pacientes que pueden sufrir dolencias derivadas de la enfermedad durante años llegándose a convertir en un cuadro crónico.

Formas de prevención de la brucelosis

Para realizar una buena prevención y contagio de este enfermedad, podemos actuar sobre ambos focos, tanto el humano como el animal. En el caso del animal, la correcta higiene del instrumental clínico en los partos, a la vez que realizar un seguimiento constante de los especímenes en caso de que se produzca abortos es esencial. En el caso de una posible sospecha ante contagio, eliminar abrevadores comunes puede ser una buena solución. En cuanto a la prevención realizada directamente sobre humanos, se deben de seguir unas pautas rigurosas en lo que a higiene se refiere, por ejemplo, hervir la leche en caso de que se consuma directamente sin procesar, evitar mantener el instrumental ganadero cerca del hogar o tener una correcta higiene antes y después de la sesión laboral. En muchas ocasiones la prevención es mucho mejor que lamentarse, por lo que os animamos a evitar a esta brucelosis aún considerada endémica.