El momento del parto está determinado por elementos médicos, pero también culturales y sociales, que van a explicar el modo en que las personas llegamos al mundo. La tasa de cesáreas en un sistema de salud se considera un indicador de buena práctica, relacionándose una baja tasa con un buen control del embarazo y con una correcta asistencia al parto.
Las diferencias en la atención a las mujeres embarazadas en nuestro sistema son abismales y en general dependen de factores que nada tienen que ver con lo fisiológico, como si el hospital que atiende a las mujeres es privado o público o la comunidad autónoma donde se encuentre. Aunque en 2007 se lanzó la Estrategia de atención al parto normal en el Sistema Nacional de Salud desde el Ministerio de Sanidad, respondiendo a la necesidad de reorientar la atención en este proceso, no parece que se estén aplicando sus recomendaciones a la luz de los últimos datos sobre realización de cesáreas.
Recomendaciones OMS: los riesgos de las cesáreas
La Organización Mundial de la Salud ha advertido en numerosas ocasiones (como vienen haciendo distintos profesionales desde diversas áreas de salud) de los riesgos a corto y largo plazo asociados a las cesáreas, recomendando que se realicen solo aquellas necesarias bajo criterios estrictamente médicos. Una tasa en torno al 10-15% supone una disminución de las muertes neonatales y perinatales aunque en España, según datos de 2012, la tasa de cesáreas está en un 25.3%, cifra que aumenta aún más en los centros privados, llegando hasta el 35.1%.
Parto cesáreas: diferencias público vs privado
Las diferencias entre la sanidad pública y privada se reflejan en las tasas como hemos visto anteriormente, pero no tienen justificación desde el punto de vista médico o fisiológico. Son las diferentes políticas sanitarias las que explican las divergencias. Por ejemplo, en los centros privados en La Rioja la tasa de cesáreas alcanza el 51%, mientras que en los centros públicos del País Vasco la tasa no llega al 13%. Las razones del aumento de las tasas podrían encontrarse en el incremento de los «partos a la carta» y los miedos de los profesionales a posibles denuncias, que en el ámbito obstétrico son bastante frecuentes en relación a otras áreas sanitarias.
El problema del parto cesáreas: excesiva medicalización del parto
Aunque el papel de la cesárea cuando existen dificultades en el parto (partos gemelares, presentaciones de nalgas, sufrimiento fetal…) es indiscutible, se debe reconocer y denunciar que el sistema de salud en España es especialmente intervencionista en comparación con otros países europeos. Y no sólo realizando cesáreas innecesarias, si no instrumentalizando, induciendo el parto sin respetar los tiempos pausados del proceso, realizando episiotomías (corte en el perineo intraparto), etc.
Atención al parto normal
Además de los aspectos médicos, como bien señala la citada estrategia de atención, es importante destacar que los elementos emocionales y la necesidad de promover la participación informada de las mujeres para que puedan decidir sobre las prácticas clínicas que se les apliquen son igual de importantes. La medicalización creciente del parto supone la conversión de un proceso fisiológico en algo patológico. Organizaciones como El parto es nuestro trabajan e investigan, junto con organismos públicos como el Observatorio de Salud de la Mujer y del Sistema Nacional de Salud, para la visibilización de estas realidades y para contribuir activamente a la reforma del actual sistema. Conseguir que la atención y la concepción del parto giren hacia algo mucho más natural y menos mediado médicamente es bajo mi punto de vista un punto imprescindible para la política sanitaria en nuestro sistema.
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Comentarios
Magnifico el articulo. Deberian de reducirse estas intervenciones solamente a las extrictamente nesarias. Enhorabuena.