Tras el nacimiento de un hijo la situación, que hasta ahora había sido la rutinaria, deja de serlo para dar paso al rol de madre, dónde se ven afectadas varias esferas de la vida. En ocasiones, incluso en el momento justo después del parto se genera una cierta ansiedad o ataque de pánico o preocupación desencadenándose síntomas de ansiedad tales como dificultad para respirar, dolores en el pecho, sofocos, sensación de ahogo o asfixia, intranquilidad… Si todos esta sintomatología no cesa o no se actúa ante ella puede llegar a surgir la complicación del estado psíquico y anímico de la madre y debutar en una depresión postparto. Esta patología mental afecta a un 13% de las mujeres y llega a hacer mella en la esfera familiar, personal y social, influyendo directamente en el desarrollo emocional del lactante. A todo hay solución y superar la depresión postparto es posible.
Entre los factores de riesgo que refuerzan la aparición de la depresión postparto son los antecedentes problemas mentales entre los que se incluye la depresión, embarazo no deseado, la problemática familiar o social durante el embarazo y las complicaciones obstétricas que hayan sucedido durante el tiempo de gestación o el parto. Junto con todos estos factores si se sobre añade un bebé irritable también acentúa su aparición.
Un hallazgo en diferentes estudios sobre la depresión postparto es que puede ser desencadenada tras el destete de la lactancia materna y la aparición de la preocupación por si sabrán o no alimentar a su bebé de forma óptima cumpliendo con las expectativas.
Síntomas asociados a la depresión postparto
La sintomatología común que presentan las madres deprimidas son que están decaídas, sin vitalidad, sin ganas de relacionarse en ambiente social y con su bebé, se siente aislada e incomprendida y opta por no expresar su estado, afecta al descanso producido por la generación de insomnio e incluso puede llegar a tener ideas de desearse la muerte en estados depresivos más profundos.
Un síntoma que es detectable en la consulta de pediatría es la madre que tiene una preocupación obsesiva sobre el bienestar de su bebé que se muestran temerosas de expresar su situación por miedo a que lleguen a pensar de que no son “buenas madres”, por lo que se muestran aparentemente normal y sonrientes pero con extremada comunicación.
Efectos de la depresión postparto
Los efectos que produce padecer esta enfermedad mental es la afectación a las distintas esferas de la embarazada. La relación de pareja se ve afectada, el estado de la mujer se encuentra muy vulnerable, incluso pueden aparecer la idea de suicidio, y afecta de una manera directa sobre el desarrollo emocional y cognitivo del bebé. Esto es debido a que la comunicación y el vínculo madre e hijo se ve afectado llegando a no desarrollar la estimulación necesaria para el bebé ocasionando a corto plazo una desarrollo psicomotor deficiente al año de vida y a largo plazo problemas de conducta y peor rendimiento cognitivo. Es de extrema importancia pedir ayuda a un profesional para superar la depresión postparto
Superar la depresión postparto es posible: tratamiento
La depresión es un proceso patológico que debe de ser diagnosticado y tratado por un especialista a modo de delimitar el tratamiento tanto farmacológico como de terapia para ayudar a sanar la enfermedad mental, y sobre todo para descartar problemas más graves e incluso otros como los hormonales que actúen de factor primario o de factor predisponente.
Dentro del tratamiento para la superación de la depresión postparto es necesario que la familia actúe y se implique a modo de ofrecer un gran apoyo de forma que la carga de cuidados no sea solo sobre la madre. En este aspecto, la figura de la pareja es fundamental tanto a modo de apoyo como de forma que la percepción del bebé sea menos agresiva y se suavicen los efectos que le producen.
Una de las terapias que mayores resultados ofrecen es que sea todo un conjunto de aspectos que ayuden a la salida del aislamiento, la relación con la sociedad, la disminución de la sensación de no saber ocuparse de su bebé. El rol de madre y trabajadora, junto con las buenas relaciones sociales y de pareja favorecen la recuperación junto con la terapia farmacéutica. Una forma de fomentar la reactivación del vínculo madre hijo es realizar actividades que conformen la relación de ambos, como puede ser la práctica de masajes al bebé.
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