El ahogamiento es definido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) define la muerte por ahogamiento como un proceso en el que la víctima sufre dificultad respiratoria por sumersión o inmersión de líquido, ocasionándole la muerte. Según la OMS, el ahogamiento es considerado como la tercera causa mortal de traumatismos no intencionados, generando un 7% del total.
Los más afectados son los niños de edades comprendidas entre uno y catorce años. Según estadísticas sobre urgencias atendidas en 2009 y 2010, un 60% resultaron ser niños menores de seis años y un 70% no usaban flotador ni sabían nadar. En el año 2011, 473 personas fallecieron por ahogamiento.
Las recomendaciones de la Cruz Roja: qué hacer si asiste a un caso de ahogamiento
La Cruz Roja quiere que tomemos conciencia del riesgo y nos ofrece una serie de consejos en caso de accidentes en playas y piscinas:
- Si hemos sido testigos del accidente, lo primero haremos será proteger la zona en la que se ha producido, avisando a los bañistas de lo sucedido.
- Intentaremos recoger toda la información posible acerca del accidente: lugar exacto, número de heridos y estado; con el objetivo de poder informar al 112 (emergencias), en caso de que la playa no disponga de servicio de vigilancia y salvamento.
- Una vez que el servicio de emergencias está en camino, deberemos controlar las constantes vitales de la víctima, es decir:
- Consciencia. Para descartar estados de inconsciencia se recomienda preguntar al herido cómo se encuentra y observar si su respuesta es coherente; también podemos pellizcarle para comprobar si reacciona.
- Frecuencia respiratoria, mediante la maniobra ver, oír y sentir.
- Frecuencia cardíaca.
Cómo salvar una persona de un ahogamiento. Maniobra de reanimación
A continuación, y siempre en caso de que la víctima permanezca en estado inconsciente, iniciaremos la maniobra de reanimación cardiopulmonar, que consta de las siguientes fases:
1) Primero abrimos la vía aérea del accidentado, colocando una mano en la frente y otra en el mentón, hacia arriba; así evitaremos que la lengua se vaya hacia atrás dificultando la entrada de aire.
2) A continuación comprobamos, mediante la maniobra antes descrita, si el accidentado respira. En caso de que no sea así es aconsejable colocarlo en posición lateral de seguridad y avisar al 112.
3) En caso de que continúe sin respirar, iniciaremos -siempre y cuando conozcamos la técnica- 30 compresiones torácicas (en el centro del tórax) y dos insuflaciones, alternando compresiones e insuflaciones a un ritmo de 100 compresiones por minuto.
4) Continuaremos con la técnica hasta que la ayuda especializada acuda al lugar del suceso.
Los consejos del Ministerio de Sanidad, Servicios sociales e Igualdad
- Báñese en zonas seguras, con socorristas.
- Si no sabe nadar, emplee chaleco salvavidas.
- Haga caso del color de la bandera.
- Preste especial atención a los niños.
- Tras la ingesta de comidas, espere dos horas mínimo antes de bañarse.
- No se lance de cabeza a la piscina si desconoce su profundidad.
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