¿Sabes que cuidando la alimentación, días tras días, puede conseguir alargar la vida ?
La alimentación actual, cargada de alimentos procesados, proteína animal, lácteos, azucares simples, aditivos y comida precocinada, no ha llegado a nuestras despensas y neveras por su valor nutritivo ni por su promoción de la salud, sino que su evolución está exclusivamente ligada a la optimización de los beneficios de la industria alimentaria, quedando en un segundo plano lo que debería ser la prioridad: el estado de salud de los consumidores.
Las previsiones mundiales
De hecho, un informe publicado allá por el año 2008 sobre la relación entre Alimentación, consumo y salud concluyo que está previsto que la esperanza de vida comience a reducirse debido al aumento desmesurado de enfermedades crónicas inducidas por la alimentación actual (obesidad, diabetes, cáncer, enfermedad cardiovascular, etc.). Se producirá un fenómeno inédito en los últimos siglos, ya que por primera vez, los padres dispondrán de una esperanza de vida superior a sus hijos.
Mapa de la esperanza de vida mundial
Estamos cansados de escuchar por parte de los expertos que hay que tomar al menos 5 raciones de fruta y verdura fresca al día. Sin embargo, las estrategias de marketing de la industria alimentaria dificultan el acceso del consumidor a los alimentos vegetales frescos, los cuales disponen de una nula repercusión en la publicidad agroalimentaria. Por consiguiente, consumimos una cantidad ridícula de alimentos frescos de origen vegetal en detrimento de alimentos procesados con facilidad de consumo y excelente marketing.
A modo de ejemplo, ¿Cuántos zumos naturales consumen en comparación con zumos comerciales? No caigan en el error de creer que son dos alimentos equiparables, pues en absoluto es así. Un vaso de zumo procesado no sustituye una pieza de fruta ni a un zumo natural recién preparado. Mi recomendación en este sentido es disminuir la ingesta de zumos comerciales al mínimo en detrimento de las piezas de fruta enteras o zumos naturales recién preparados.
Porque los alimentos industriales reducen tu esperanza de vida
Hasta no hace mucho, las empresas del sector se tomaron la libertad de añadir azúcares y edulcorantes a sus zumos para hacerlos más atractivos al consumidor, atreviéndose incluso a compararlos con la ingesta de fruta fresca. Hoy día existe una normativa a nivel europeo que ha prohibido esta situación que se les había ido de las manos, ya que estábamos consumiendo “terrones de azúcar” camuflados. Resumidamente, la normativa prohíbe el uso de azúcar y edulcorantes en los productos denominados zumos de fruta, no siendo así en los denominados néctar. Así que mucho cuidado con los productos que se encuentran junto a estos zumos y que pone en su etiquetado “Néctar de…”.
Entonces, ¿Lo que está etiquetado como zumo es igual de saludable que el zumo natural?
De ninguna manera. Se trata de un líquido que un día fue zumo de fruta, una fruta de la que dudaría de su calidad, y que debe superar una serie de procesos para aumentar su vida útil (como la pasteurización) que reducen enormemente su valor nutritivo, sobre todo de vitaminas y minerales.
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Buenas tardes a todos!Juan Carlos enhorabuena por el post,
me parece bastante interesante! Me gustaría hacerte una pregunta sobre un tema
de actualidad que viene bombardeándonos en las últimas semanas, el escándalo de
la carne de caballo. Como profesional de la nutrición, ¿consideras que ha sido
más un fraude de consumo o un problema de salud público?
Hola Cristina, muchas gracias por tu comentario.
Muy interesante lo que planteas sobre la carne de caballo. Hace escasamente un mes escribí una entrada que trata justamente este tema (Hamburguesas de mala calidad), por lo que os recomiendo que la leáis para conocer mi opinión sobre el tema.
De manera resumida, no es un problema de salud pública sino un fraude a los consumidores. Os dejo el link del post que trata más extensamente esta idea y os animo a que dejéis vuestros comentarios al respecto:
https://www.inesem.es/revistadigital/biosanitario/hamburguesas-de-mala-calidad/
Un saludo
En general, no sabemos lo que estamos comiendo. Si hacemos caso a la publicidad, nuestra salud peligra, ¡y de que manera!. Volvamos al campo, al puchero lleno de ingredientes naturales, y a todo aquello que aunque no tiene una presentación lujosa y artificial, nos beneficia.
Gracias José Carlos por tu comentario.
Totalmente de acuerdo con tu punto de vista. Aunque si profundizamos sobre el tema, y por mucho que me guste el puchero, resulta más interesante si cabe el consumo de más alimentos en crudo y menos cocinados, ya que en su cocción pierden parte de sus nutrientes. No se trata de comerlo todo crudo, pero si todo lo que podamos.
Un saludo
La verdad es que llevas toda la razón Juan Carlos. Bajo mi punto de vista es una expectativa de futuro que puede llegar a evitarse, ya que por suerte hay cada vez más asociaciones ecológicas que promueven el consumo de productos frescos y sin ningún tipo de aditivo químico. Es una cuestión de salud y de solidaridad con el medio ambiente que debemos tener en cuenta para prevenir hechos como el que nombras y que tan poco tenemos en cuenta en nuestro día a día.
¡Enhorabuena!
Gracias por tu comentario
En esta entrada me centro en el aspecto nutritivo-saludable, pero hay mucho que decir en cuanto al impacto sobre el medio ambiente. Os animo a que aportéis más información al respecto.
Un saludo
Publicación interesante, somos lo que comemos, y nuestro cuerpo tiene memoria.Un saludo
Muchas gracias por tu comentario Cristina.
Has resumido perfectamente la idea del post, aunque a esto añadiría que también somos lo que nos movemos.
Un saludo