La protonterapia se presenta como la última frontera en el tratamiento del cáncer.
Los tratamientos para combatir el cáncer están en continuo progreso y gracias a la investigación constante, se ha descubierto esta alternativa a la radioterapia (en la que se utilizan la radiación con fotones que producen rayos X)
Esta terapia utiliza la emisión de protones sobre el tejido localizado de forma mucho más selectiva que con la convencional de rayos X. Como bien sabemos, los protones son partículas de carga positiva que se localizan en el centro del núcleo del átomo. Estas partículas, que se obtienen de la separación de un átomo de hidrogeno de su electrón, son emitidas hacia el tumor transmiten energía a los electrones produciendo que un fenómeno ionizante que causa daño a nivel del ADN de las células cancerosos preseleccionadas., produciendo que esas células pierdan sus funciones específicas entra las que nos encontramos: multiplicarse y dividirse.
Una de las peculiaridades de esta emisión es que no destruye al momento las células, si no que les produces daños estas células son incapaces de regenerar y acaban mueriendo.
Método de aplicación de la protonterapia
El método empleado es iniciar el tratamiento con dosis de baja intensidad hasta llegar al tumor donde se comenzará aumentar cuando se encuentre en el interior del tumor donde se radiará a alta dosis el tumor.
Para conocer donde se encuentra el tumor, el radiólogo previamente le realizará pruebas de radiodiagnóstico como TAC (tomografía axial computerizada) o RM (resonancia magnética) y una vez delimitado se procederá a la aplicación de la terapia de forma ambulatoria que dura alrededor de una semana donde diariamente se irradia durante unos pocos minutos.
Comparación de terapias: protonterapia o radiación X
En comparación con la terapia de radiación X, además de las ventajas mencionadas, nos encontramos con:
- La radiación con fotones produce alta energía que ioniza los cromosomas de forma que la muerte celular es posible. También se genera una radiación dispersa que produce daños tanto en tejido tanto sano como enfermo.
- La radiación con protones libera la energía de golpe, de forma homogénea y centrándose en el tejido enfermo de forma que el tejido sano recibe poca radiación ya que esta terapia permite que se ajuste la radiación mucho más produciendo un margen de error de un milímetro. Puede actuar sobre tumores localizados en zonas sensibles o en zonas difíciles de alcanzar, como por ejemplo, tumores localizados en zonas próximas a órganos vitales, esfínteres, etc. donde la precisión es mucho más importante por la relevancia de la funcionalidad.
- La radiación X utiliza siempre la misma potencia de radiación predeterminada, mientras que la radiación con protones permite iniciar la terapia a bajas dosis hasta llegar a la zona de actuación donde se comenzará la irradiación a potentes dosis, lo que permite mayor eficacia del tratamiento de forma que el tejido sano se conserve intacto y el tejido tumoroso quede dañado ala máximo.
- La prontoterapia permite una recuperación más rápida por la baja actuación sobre el tejido sano.
Inconvenientes de la protonterapia
Un inconvenientes bastante grande es el precio: es una técnica de elevado coste, se sitúa entre 200 millones de euros y el precio del tratamiento de entre 100.000 y 200.000 euros.
Además, en España se disponen de muy pocos centros donde la practiquen esta terapia.
A pesar de ser un tratamiento más innovador, produce efectos secundarios, en menos medida que con la radiación X, dependiendo de la zona irradiada habrá unos efectos u otros, pero lo general es que se produzca pérdida de pelo en la zona de forma temporal y enrojecimiento.
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Biosanitario