Mira a tu alrededor. De toda la gente con la que te cruzas en un día, ¿cuántas personas tienen tatuajes? Probablemente muchas, y cada día más. El fenómeno de la modificación corporal, que incluye el tatuaje y el piercing entre otros, es cada vez más común. Probablemente las generaciones que llegan van a ser las más tatuadas de la historia. Pero, ¿por qué nos tatuamos?
Los seres humanos han modificado y adornado su cuerpo desde los albores de la humanidad, mediante vestimenta, abalorios o tatuajes. La momia de Otzi, hallada en 1991, data de hace unos 5300 años y tiene un total de 57 tatuajes. Grupos de investigación antropológica han releído los tatuajes de Otzi (líneas y cruces longitudinales al cuerpo) como señales que tenían propiedades terapeúticas, por encontrarse situados por ejemplo sobre las articulaciones de tobillo y rodilla. ¿Curios@? ¡Continúa a leer para descubrir más sobre el tatuaje terapeútico!
El tatuaje terapéutico
En la actualidad, las motivaciones detrás del hecho de tatuarse van desde la estética hasta la expresión del yo pasando por el coleccionismo, entre otras. Muchos estudios de investigación demuestran la capacidad del tatuaje para expresar o resignificar situaciones vitales complicadas.
El término tatuaje terapéutico es reciente y hace referencia a los usos del tatuaje que tienen como finalidad mejorar una situación determinada de la persona que se va a tatuar. Es un término amplio, que abarca tanto las propiedades terapéuticas físicas que se empiezan a atribuir al tatuaje tribal (como en el caso de Otzi) como los efectos terapéuticos psicológicos que puede aportar un tatuaje concreto.
Estudios antropológicos actuales con tribus como la Yupiget de Alaska o la Kayan de Birmania también apuntan al uso de tatuajes para aliviar síntomas de reumatismo, problemas articulares y otras dolencias.
Tatuaje y cáncer de mama
Uno de los ejemplos de tatuaje terapéutico más llamativos y de actualidad se encuentra en los casos de mujeres que han sobrevivido a un cáncer de mama. Las secuelas físicas y psicológicas de la enfermedad varían en cada mujer, pero muchas están encontrando en el tatuaje una salida artística a su nueva situación.
Algunos casos, como el de Alison Habbal, se han vuelto virales. Alison subió una foto de su pecho tatuado a Instagram y la imagen dio la vuelta al mundo. La foto consiguió saltarse los filtros y no pudo ser censurada porque su mama no tiene pezón. Un colorido diseño cubre todo su pecho en el lado derecho, y una sonrisa ilumina su cara.
El tatuaje de pezones realista es una de las prácticas más extendidas. De hecho, en la última convención de tattoo de Barcelona se dedicó un seminario a esta práctica, lo que demuestra su relevancia en el mundo del tatuaje actual.
Para las personas que han pasado por enfermedades que han dejado huellas a nivel físico o psicológico el tatuaje puede definirse como herramienta terapéutica, no solo para devolver a su cuerpo un aspecto lo más parecido posible al anterior, sino también para reinventar artísticamente su nueva fisionomía, añadiendo líneas, formas o color allí donde otras personas solo ven secuelas de una enfermedad.
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Comentarios
Quisiera saber ms acerca de tatuaje terapéutico
Hola, soy Andrés, psicólogo clínico en Chile, tengo 30 años y estoy muy tatuado. Siempre he buscado referencias sobre el tatuaje y/o estudios, pero he tenido muy prejuiciosa asistencia académica. De a poco he llegado a artículos como este y estudios diversos que retoman el tatuaje desde sus beneficios y no desde la población tatuada como sintomática y categorizable según el dsm…creo que se está dando el paso a entender el tatuaje como herramienta terapéutica sustancial a través de la historia humana.
Les agradezco este artículo, justo trabajo en una presentación sobre ello. un abrazo¡
Por fin poco a poco nos vamos dando cuenta de que el hecho de llevar tatuajes no es tan «malote».Creo que con higiene y buenos productos la sanidad dejará de acosarnos con el bombardeo de noticias en contra de ellos.En fin será como todo tiempo al tiempo…