Viekirax y Exviera la esperanza en la Hepatitis C

Voerlorax y Exviera: dos innovadores y eficaces tratamientos contra la hepatitis C, una enfermedad infecciosa con la que conviven diariamente en el mundo 170 millones de personas.  En nuestro país, constituye un problema de salud pública de elevada magnitud, siendo en su forma crónica, responsable de unas 4.000 muertes anuales y la primera causa de trasplante hepático.

Sin embargo, y en un plazo récord de tiempo – tan sólo tres meses después de haber sido aprobados por la Unión Europea – dos nuevos medicamentos se perfilan como una opción plausible para “curar de verdad” la hepatitis C, tal y como demuestra su eficacia cercana al 100% y la presencia mínima de efectos secundarios. Viekirax y Exviera son los nombres de esta nueva terapia que sin duda, va a cambiar la vida de un gran número de pacientes.

Voerlorax y Exviera: ¿En qué consisten?

Hasta ahora, el tratamiento de la hepatitis C ha estado centrado principalmente en el empleo de interferón – asociado a un elevado número de efectos secundarios – y ribavirina. Con el nuevo tratamiento basado en “Viekirax” y “Exviera”, será posible prescindir del interferón y por ende de las reacciones adversas citadas que, en ciertas ocasiones, pueden ser graves comprometiendo la vida de los pacientes.

Estos dos medicamentos combinan tres antivirales de acción directa que actúan contra el virus afectando diversas etapas de su ciclo vital, y se presentan en formato de comprimidos de administración oral (dos comprimidos de cada medicamento al día) en un tratamiento que en términos generales tiene una duración de 12 semanas (24 en algunas ocasiones).

Los resultados hasta ahora son esperanzadores, encontrándose casos en los que en la primera semana de la administración se ha registrado una negativización del virus, demostrando que este nuevo tratamiento cura la hepatitis C y lo hace proporcionándole al paciente un entorno de seguridad.

La hepatitis C es una enfermedad compleja, en la que existen al menos 7 genotipos y subtipos especiales de pacientes, los cuales han de considerarse a la hora de seleccionar el tratamiento. En España los genotipos más frecuentes son el 1b y el 1a (70%), seguidos de los genotipos 3, 4 y 2 siendo interesante pues, este tratamiento ha sido aprobado para aquellos pacientes que tienen infección crónica por hepatitis C perteneciente a los  genotipos 1 y 4, con eficacia probada en pacientes trasplantados, personas con VIH, con cirrosis compensadas y en tratamiento de sustitución con opiodes.

La pauta terapéutica habitual permite el empleo de estos medicamentos combinados entre sí, o con otros medicamentos como la ribavirina.

Financiación pública

Por regla general, suele ocurrir que exista una relación directa entre la elevada tasa de curación y el precio de los medicamentos, siendo en la mayoría de los casos impensable para un ciudadano medio poder permitirse este tipo de terapia. Sin embargo, gracias al acuerdo que se ha llegado con la farmacéutica americana responsable del tratamiento y al establecimiento de un Plan Nacional, unos 52.000 pacientes de hepatitis C se beneficiarán de esta brizna de esperanza y aire fresco que trae consigo esta nueva terapia.

El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud consiguió la aprobación de  su incorporación como parte de la financiación pública, para reducir el precio final que habría supuesto el tratamiento para nuestro país de 3.000 millones de euros a 727 millones, con una rebaja progresiva a través de diversos tramos de precios, acotados en función del número de medicamentos que se administren.

Además, todas las comunidades autónomas pagarán lo mismo –  tanto si el tratamiento debe aplicarse durante las 12 semanas, como si fuese necesario ampliarlo a seis meses –  a modo de una especie de “tarifa plana”, ofreciéndoles un préstamo de 10 años al 0% de interés durante todo el año 2015, sin computar déficit a efectos de la ley de estabilidad presupuestaria.

Sin duda buenas noticias para convertir este día en el principio del fin de esta temible enfermedad.