En nuestra sociedad se han producido grandes avances en materia de diversidad afectivo-sexual y de género, no solo a nivel legislativo, sino también en el ideario colectivo. ¿Quieres conocer más sobre la diversidad de género y orientaciones sexuales? Te seguimos contando…
¿Qué es sexo? ¿Qué es género?
Tradicionalmente, los términos sexo – género eran utilizados de forma indistinta. Fue el investigador John Money quien en 1955 empezó a hablar de género y propuso el término “papel de género” (gender role) para aludir a las conductas atribuidas a mujeres y hombres.
Las distinciones entre sexo y género se empiezan a formular conceptualmente a finales de la década de los ´60, cuando Millet plantea que el sexo puede explicar las diferencias biológicas entre los seres humanos, mientras que el género recoge todas aquellas diferencias culturales que cada grupo social y cada cultura tiende a adjudicar a cado uno de los sexos.
Gayle Rubin (1975) define el sistema de sexo – género como:
El conjunto de disposiciones por el que una sociedad transforma la sexualidad biológica, en productos de la actividad humana, y en el cual se satisfacen esas necesidades humanas transformadas.
Implicaciones del sistema sexo – género
El sistema sexo – género permite conocer un modelo de sociedad en el que se explica cómo las diferencias biológicas entre mujeres y hombres se han traducido históricamente en desigualdades de índole social, político y económico.
Este sistema se basa en un modelo de sociedad androcéntrico, que sitúa a los hombres en el centro de la vida pública y como responsables del trabajo productivo, relegando a las mujeres al ámbito de lo privado, desempeñando funciones reproductivas y de cuidados.
Las diferentes consideraciones que la sociedad tiene de las personas en base a su sexo genético condicionan la orientación de cada uno y determina qué cosas deben ser reforzadas y qué cosas no, con la intención de integrarse en el grupo al que pertenecen.
Diversidad de género
Butler (1998) indica que:
El género no es, de ninguna manera, una identidad estable, tampoco es el locus operativo de donde procederían los diferentes actos, más bien es una identidad débilmente construida en el tiempo: una identidad instituida por una repetición estilizada de actos. (p.297)
En este sentido, el sistema de géneros no binario se ha diversificado mucho en los últimos años, llegando a reconocerse en la actualidad 33 tipos de género:
- Agender
- Androgyno
- Bigender
- Cisgénero
- Demigénero
- Género Fluido
- Género no Binario
- Género Neutro
- Géneroqueer
- Hombre
- Intergénero
- Mujer
- Multigénero
- No Género
- No Hombre
- No Mujer
- Otro Género
- Persona de Género
- Persona de Género Expansivo
- Persona de Género Variante
- Pangénero
- Trigénero
- Término Pangénero
- Término Trigénero
- Término de Género Variante
- Término de Género No Binario
- Género No Convencional
- Género Complejo
- Género Múltiple
- Género Nulo
- Género Abierto
- Género Desconocido
Identidad de género vs orientación sexual
En la actualidad se habla mucho de orientación sexual e identidad de género, pero ¿sabemos realmente la diferencia entre estos dos conceptos?
La orientación sexual y la identidad de género son términos que a menudo se utilizan de forma indistinta, pero en realidad se refiere a dos aspectos diferentes de la esencia humana. Tal y como hablábamos anteriormente, la identidad de género se refiere a la percepción que tiene cada persona sobre su propio género, es decir, si se identifica como mujer, hombre, ambos o ninguno de ellos.
Por el contrario, la orientación sexual se refiere a la atracción que una persona siente hacia otras personas, ya sea del mismo sexo, del sexo opuesto o de ambos. En este caso, la orientación sexual puede ser homosexual, heterosexual, bisexual, asexual, androginosexual, antrosexual, autosexual, biflexible, demisexual, ginosexual, grisexual, lithsexual, monosexual, omnisexual, pansexual, poliamoroso/a, polisexual, pornosexual, sapiosexual, skoliosexual o transerótico/a.
Delitos de odio y discriminación hacia el colectivo LGTBIQ+
Existe un estigma milenario asociado a la orientación sexual e identidad de género, a pesar del reconocimiento y protección legislativa que se viene desarrollando en los últimos años.
En países como Argentina, Haití o Jamaica se mantienen niveles elevados de crímenes de odio, asesinatos y persecución contra activistas del colectivo LGTBIQ+. En Oriente Medio y Norte de África, Egipto o Túnez se detienen y encarcela a personas del colectivo por cargos de “actos licenciosos” o “conducta inmoral”, y se las persigue en aplicación de leyes que penalizan las relaciones sexuales consentidas entre personas del mismo sexo.
En el caso de España, el último estudio publicado por la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTBI) recoge que alrededor de 280.000 personas han sufrido agresiones por su orientación o identidad sexual en algún momento de los últimos 5 años. Las cifras indican que son las mujeres y las personas trans quienes sufren con mayor frecuencia esta violencia.
A estos escalofriantes datos hay que sumar el agravante de que solo se denuncian 2 de cada 10 delitos de odio. La falta de pruebas, el miedo a que se repita la agresión, la desconfianza en los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado o la vergüenza son los motivos que explican el hecho.
En definitiva, es innegable el patrón de odio y discriminación que se extiende a muchos países del mundo sobre el colectivo LGTBIQ+. Es por ello fundamental desmontar prejuicios históricos y comprender las diferencias entre identidad de género y orientación sexual a fin de fomentar y promover el respeto por la diversidad humana en igualdad de condiciones.
