«En Harvard se rifan a los niños del Homeschooling»

Hace unos meses hablábamos del concepto de educar a los hijos en casa conocido como “educación Homeschooling”. Si entrevistáramos a un centenar de personas estoy convencida de que prácticamente la totalidad de las personas no estarían de acuerdo con la práctica de este tipo de educación. Pero el panorama en muchos otros países es bien distinto, como por ejemplo, en Estados Unidos.

Irene Briones, Catedrática e investigadora de la Universidad Complutense de Madrid, ha afirmado que “en la Universidad de Harvard se rifan a los chicos que han sido educados en casa”. Y es que cada año, muchas universidades americanas reservan plazas para los niños que han estudiado en sus casas.

La importancia de la educación Homeschooling por las universidades americanas

¿Y esto a qué es debido? A que en muchas universidades americanas de prestigio no se evalúa tanto los conocimientos sobre una asignatura en concreto para entrar en ella sino en que el alumnado tenga unas ciertas aptitudes y capacidades como por ejemplo agilidad mental o capacidad de trato, algo que parece que no echan en falta dicho alumnado.

En nuestro país esta práctica no está prohibida, pero tampoco se encuentra regulada. Por el contrario en países como Portugal, Francia, Bélgica, Gran Bretaña y Estados Unidos sí que se encuentra regulada y el alumnado se enfrenta cada año a una serie de pruebas para comprobar que los conocimientos técnicos que están adquiriendo son equiparables con el resto de niños de su misma edad.

Obviamente, el educar a un niño en casa no es una decisión que se deba tomar a la ligera, ya que este tipo de práctica supone un gran cambio en la vida tanto del niño o la niña como para las familias.

Pero está visto y comprobado que funciona. Los resultados se encuentran ahí y como observamos en Estados Unidos o Francia este alumnado tiene su lugar posteriormente en la universidad.

¿Y en España es posible la educación Homeschooling?

Pero en España aún queda mucho camino por recorrer para que se pueda vislumbrar si quiera de lejos esta posibilidad, ya que los niños que estudian en sus casas pueden obtener el título de la ESO a los 18 años y el de Bachillerato a los 21 años, por lo que desde un comienzo se les está dando un trato de dos años de inferioridad en lo que respecta al resto de alumnado de su misma edad.