Deporte y Feminismo son una realidad que empieza a ser visible en nuestro país.El pasado domingo, 2 de Abril, nos levantábamos con una noticia en los periódicos nacionales y deportivos que quizás no despierte el interés de la mayoría de la ciudadanía, pero que al menos, debería despertar el interés de todas aquellas personas que, se dedican profesionalmente al mundo de la educación física y, comprometidas con la igualdad, luchan para visibilizar las investigaciones y trabajos sobre feminismo y deporte.
La práctica de la educación física y el deporte, estimulan el desarrollo de la libertad, la salida del espacio doméstico y la construcción de relaciones sociales, constituyéndose como un elemento clave para el empoderamiento de las mujeres, feminismo y deporte.
La responsabilidad de la educación física para promover deporte y feminismo
En este sentido, las y los profesionales de la educación física, entrenadoras/es y responsables del deporte, deben contribuir a la generación de espacios y actividades, para revalorizar la práctica deportiva de las mujeres, reivindicando el reconocimiento de sus logros y evitando actitudes sexistas que impidan el libre desarrollo de sus potencialidades físicas.
El deporte y la educación física, han evolucionado gradualmente en los últimos años, pero aún, hoy día, existen aspectos en los que se mantiene un paradigma diferenciador, marcado por estereotipos y actitudes sexistas, en el desarrollo educativo del área y en la repercusión mediática de los logros deportivos de las mujeres. El feminismo, trata de luchar contra esta discriminación en el deporte a través de una gran cantidad de investigaciones y estudios que, ponen de manifiesto como aún hoy en día se siguen invisibilizando los logros del feminismo y deporte, y mermando sus posibilidades de desarrollar una carrera vinculada al éxito deportivo.
A pesar de que nuestra legislación educativa evoluciona e incorpora gradualmente la necesidad de pasar de una escuela mixta a una escuela coeducativa, para corroborarlo sólo tenemos que echar una ojeada a las últimas leyes de educación, planes de igualdad o manifiestos del Consejo Superior de Deportes, aún nos queda mucho trabajo por hacer y camino por recorrer.
Construir una escuela coeducativa y basada en la igualdad
Los hábitos deportivos, se adquieren durante la adolescencia, estando directamente relacionados con experiencias positivas generadas por la propia práctica. De ahí que, el papel de las familias y de las profesoras y profesores de educación física, se convierta en un aspecto clave para que las niñas descubran el placer del movimiento, del juego en equipo y de las distintas modalidades deportivas.
Construir una escuela coeducativa, implica trabajar para incluir en el día a día de la escuela las condiciones y los medios necesarios para que todas y todos tengan las mismas oportunidades reales, eliminando los rasgos sexistas heredados del pasado y elaborando un currículum equilibrado.
La educación física, se ha caracterizado, tradicionalmente, por un currículo diferenciado donde los niños eran orientados a realizar deportes que potenciaban las capacidades físicas de fuerza, velocidad y resistencia, mientras que las niñas acaban estando destinadas a trabajar la coordinación, equilibrio y flexibilidad.
Este modelo, venía determinado por los orígenes de la educación, y quizás pueda tener relación con aquella máxima de Rousseau, que en su celebrado libro “El Emilio” (cabría preguntarse por qué nunca nos hablaron de aquel libro V de Rousseau, destinado a la educación de “Sophie”, la educación de la “mujer ideal”, bien diferenciada de la educación del hombre), nos trasladaba que “la prioridad del entrenamiento corporal es común a ambos sexos, aunque se dirige a objetivos diferentes. En el caso de los chicos, su meta consiste en desarrollar la fuerza, en el caso de las chicas, en suscitar encantos”1.
Deporte y feminismo: ¡más vivos que nunca!
Afortunadamente esta realidad, así como los estereotipos asociados a esta, están siendo transformados gracias, principalmente, al esfuerzo de muchas mujeres y niñas que se enfrentan a instituciones y estructuras sociales para practicar aquellos deportes que, tradicionalmente, han estado acaparados por los hombres.
La desigualdad en el deporte y la actividad física, es también competencia de la sociedad, de los medios de comunicación y de los gobiernos, pero las profesoras y profesores de educación física, entrenadoras/es y responsables deportivos, no podemos eludir el importante papel que cumplimos en la construcción de una sociedad que visibilice cada vez más los logros conseguidos en el deporte por niñas y mujeres.
Comentarios
Muy buen artículo.
Me ha servido para enfocar un trabajo del feminismo en el mundo del deporte.
¡Justo lo que buscaba!
excelente mensaje david!
Excelente artículo, felicidades por tu aportación al mundo de la educación física y deporte… Gracias mil