La fuga de talento, la disparidad en los tipos de gestión organizacional y los altibajos económicos de ciertos sectores, han dado pie a la creación de una nueva figura, el trabajador boomerang.
Para los que se pregunten qué es un trabajador boomerang, podríamos definirlo como la persona que, habiendo finalizado su relación laboral con una empresa determinada, vuelve a reincorporarse como empleado a la misma tras un período de tiempo, bien habiendo trabajado para otras organizaciones en ese impasse, o bien habiendo estado en situación de desempleo.
Para muchos puede resultar un poco extraño el hecho de pensar en reincorporar a una organización a una persona que ya ha finalizado su etapa en dicha empresa. En cambio, si analizamos el valor que genera este tipo de política, tiene bastantes más puntos positivos de los que cabría esperar a priori.
Buenas razones para optar por un trabajador boomerang
Estos son los principales motivos por los que podemos plantearnos la contratación de un trabajador boomerang:
Reforzamiento de vínculos afectivos
Cuando una persona regresa a una organización a la que ya ha pertenecido, suponemos que lo hace de buen agrado, con motivación por demostrar que ha mejorado y con un alto nivel de compromiso ante los nuevos retos que se hayan planteado mientras esta persona ha estado fuera.
Aportación de perspectiva externa
Este tipo de empleados tienen una perspectiva privilegiada de la empresa a la que vuelven. Pues tienen la capacidad de recordar la estructura y funcionamiento de la misma desde dentro, pero al haber estado después fuera de la misma, también tienen un aporte externo difícil de alcanzar si no se hubiera llegado a salir de la misma.
Mejora del employer branding
El hecho de que la empresa conceda segundas oportunidades y esté “abierta” a recuperar viejas relaciones, indica una alta capacidad de flexibilidad, dinamización y apuesta por la mejora continua, independientemente de viejas rencillas y/o luchas de egos.
Posibilidad de nuevas tecnologías
Los empleados que retornan, puede que hayan trabajado en empresas de la competencia o con una estructura similar a la empresa a la que vuelven. Este hecho genera una enorme ventaja, que es el poder contar con la experiencia de alguien que conoce la forma en que trabaja la competencia, la tecnología que emplean y su know-how.
Ahorro de costes asociados al proceso de selección y acogida
Al conocer de manera profunda al empleado, se ahorran parte de las entrevistas de selección. También se realiza un gran ahorro en todo el proceso que incluye la formación del empleado, incidiendo en el conocimiento de la cultura organizacional, presentación del resto de compañeros, aclimatación al entorno de trabajo o uso de herramientas del día a día.
Aumento general de la productividad
Ante el regreso de antiguos compañeros, aquellos que nunca se han ido de la organización pueden ver de forma positiva que personas con las que han tenido lazos laborales y de amistad vuelvan a su entorno de trabajo, aumentando la satisfacción de estos empleados.
En mi opinión, una organización que practique una política de este tipo, estará dando síntomas muy positivos de seguridad, confianza en sus posibilidades y de adaptación al cambio.