El neuromarketing es una disciplina que estudia los comportamientos de compra de los consumidores para poder predecirlos y así, poder mejorar el proceso de conversión de una marca. El neuromarketing surgió como una unión entre la ciencia clínica y diversas técnicas de marketing, en la década de los 90, cuando grandes compañías utilizaron en sus campañas estudios de mercado con técnicas biométricas y fue en los años 2001 y 2002, cuando se fundaron las primeras empresas de Neuromarketing.
Mediante la aplicación de diferentes técnicas y tecnologías, es posible analizar las respuestas sensoriales del consumidor frente a distintos estímulos, de manera que podamos comprender el cerebro ante los estímulos que genera nuestra campaña y saber cómo sienten, piensan y actúan los consumidores. El neuromarketing trata de conocer por qué un consumidor selecciona un producto o servicio u otro y cuáles son las motivaciones que le llevan a ello. Estos métodos nos abren la puerta para entender los niveles de emoción, atención y memoria de los usuarios de forma consciente o inconsciente a través de la medición de la actividad neuronal.
El neuromarketing es fundamental para llamar la atención de nuestro público objetivo en nuestras acciones publicitarias. Conocer los deseos, sentimientos y pensamientos subconscientes que impulsan las decisiones de compra es una información de alto valor para la empresa. Manejar datos del subconsciente del consumidor brinda información muy valiosa sobre sus motivaciones.
Tipos de Neuromarketing:
El eyetracking es una tecnología que permite extraer información del usuario analizando sus movimientos oculares. El eyetracker es la herramienta con la que se realiza dicha acción y consiste en un monitor especial que lanza rayos infrarrojos a los ojos del que está mirando una determinada imagen. La dirección que siguen estos rayos va de la pupila del usuario al aparato, permitiendo así calcular con precisión dónde está mirando. Con esta técnica podemos saber qué le llama la atención al usuario, información muy valiosa para, por ejemplo, mostrar el contenido en una página web o colocar productos de forma en una posición u otra. A través de la técnica del eye tracking se obtienen los determinados mapas de por los que podemos determinar los lugares donde más tiempo se detiene la vista, en una escala de rojo a amarillo y de amarillo a verde.
Es una herramienta de investigación por la que, mediante unos electrodos conectados al cuero cabelludo, y de una forma no invasiva, se detecta qué zonas de nuestro cerebro están produciendo mayor actividad. De esta forma, se puede determinar si la persona se emociona, se pone nerviosa o en definitiva cómo reacciona ante un determinado mensaje.
- Resonancia magnética funcional o fMRI
Es una técnica que permite obtener imágenes de la actividad del cerebro mientras realiza una determinada tarea, midiendo los cambios en la distribución del flujo sanguíneo dentro del cerebro. Cuando una parte del cerebro se activa, aumenta su demanda de oxígeno. En función de la actividad cerebral, unas zonas se activarán más que otras. Las limitaciones que tienen esta tecnología es que los estudios debían llevarse a cabo en un laboratorio.
Esta tecnología se basa en el hecho de que los humanos expresamos nuestras emociones por nuestras expresiones faciales. A través de un software y una cámara se podrían detectar los cambios que se producen en el rostro al enfrentarse ante un determinado producto.
El color, la imagen, el tamaño, la textura, la forma… Todo ello influye en el proceso de compra. Así es que, por ejemplo, Cada color trasmite una sensación diferente. Mientras que el azul transmite calma, el rojo significa pasión o el verde armonía o relajación. Utilizar la tonalidad adecuada será fundamental para provocar un sentimiento u otro en el cliente. Por lo tanto, el sentido de la vista es clave para llamar la atención del consumidor.
- Neuromarketing kinestésico:
Se centra en transmitir sensaciones a través del sentido del tacto, el gusto, y el olfato del consumidor. Seguramente reconozcas a una tienda por su olor, ¿verdad? Todo consiste en una estrategia pensada y planificada por la marca para influir en las decisiones de compra.
Lo mismo que con el olor, ocurre con el oído. Cada tienda tiene un tipo de música que la caracteriza, con un volumen determinado. Es una forma de apelar a las emociones para influir en los consumidores.
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