¿Quién puede hacer dietas de forma legal?

El Tribunal Supremo confirma que Enfermería no puede prestar asesoramiento ni asistencia nutricional.

Los enfermeros no podrán incluir entre las funciones de su profesión hacer dietas, así lo ha decidido el Tribunal Supremo en una sentencia dictada este pasado Diciembre.

La cual ha dado la razón a los dietistas-nutricionistas, y señala de manera literal que “los enfermeros no pueden realizar recomendaciones dietéticas de aquellas personas con problemas de salud específicos derivados de una enfermedad que requieran de una dieta concreta y específica, puesto que con el Grado en Enfermería no adquieren competencias específicas sobre nutrición humana y dietética, siendo el Dietista-Nutricionista el profesional sanitario competente para realizar dichas recomendaciones dietéticas a las personas con problemas de salud”.

El Consejo General de colegios Oficiales de Enfermería habría vulnerado así la ley de colegios profesionales, generando inseguridad jurídica en la profesión de enfermería, que podría incurrir en intrusismo profesional y en riesgo para la salud de los pacientes.

¿Qué no pueden hacer entonces los enfermeros?

Se anulan en concreto cinco funciones que se atribuían los enfermeros en el ámbito de los cuidados corpoestéticos y de la prevención del envejecimiento para la salud:

1. Asesoría nutricional y seguimiento
2. Trastornos de la imagen y de la alimentación
3. Actuaciones docentes y asistenciales en nutrición
4. Recomendación de productos dietéticos y terapia nutricional
5. Técnicas dietéticas

¿Quién está habilitado para hacer dietas?

La nutrición es una ciencia y como tal se estudia. Hay dos opciones de estudios con los que poder ejercer la profesión, ser dietista-nutricionista (DN) o ser técnico superior en dietética (TSD).  Ambos pueden trabajar en el sector, pero cabe destacar las diferencias entre ellos:

• Nivel de formación: Una de las diferencias más notorias entre dietista-nutricionista y TSD es el nivel de formación requerido para llegar a conseguir dicha titulación. En España, el dietista-nutricionista debe haber cursado estudios universitarios en forma de grado en Nutrición y Dietética. En lo que respecta al TSD, su formación tiende a ser de menor duración, cursando módulos de FP en Dietética que lo habilitan como técnico en esta materia. Si realizas un máster, o cualquier formación de post grado no te capacita profesionalmente, sino que complementa la formación previa que tengas.  Para poder trabajar como DN e intervenir en la alimentación de las personas de forma legal debes disponer del Grado Universitario en Nutrición Humana y Dietética, o el FP Superior de Dietética.  De lo contrario, no es legal trabajar como tal y de hacerlo ocasionará intrusismo profesional.  Si no tienes ninguna de estas dos titulaciones previas, solo serás un profesional con conocimientos en Nutrición y podrás asesorar o ser ayudante de un Dietista titulado, pero nunca ejercer como tal. 
• Tipo de paciente: Lo más común es que el motivo por el cual se acude al DN sea para perder peso o para mantenerse en forma, pero con un estado óptimo de salud. Pacientes que podrían ser atendidos tanto por un DN como por un TSD. En cambio, si la persona además de buscar perder peso o mantenerse en forma tiene una patología asociada, ya no podrías ser tratado por el TSD, solo por el DN. Por ejemplo, deberían recurrir a un dietista-nutricionista personas con problemas cardíacos, embarazos, diabetes, problemas psiquiátricos o consumo crónico de fármacos que pueden provocar severas alteraciones si se combinan con ciertos alimentos.
• Adscripción al sistema general de salud. En España es la figura del dietista-nutricionista la que se considera que es parte del Sistema Nacional de Salud. Ya que su formación es más especializada y le permite hacer frente al asesoramiento e intervención en casos de patología.

Así que esto nos deja claro que, si solo quieres perder peso, puedes acudir a un DN o un TSD, en cambio si padeces alguna enfermedad, estás embarazada o tienes problemas de salud, debes acudir a un dietista-nutricionista diplomado o graduado.

¿Quién NO debe hacer dietas?

Hoy en día cualquiera se atreve a hacer dietas o dar recomendaciones dietéticas, pero no todos son profesionales cualificados y eso, puede costarte muy caro porque pones en riesgo tu salud.

• Médicos y otros profesionales sanitarios. Muchos médicos y enfermeros facilitan dietas a sus pacientes (la típica dieta de cajón nada personalizada) y aunque no lo hagan con ánimo de lucro, no deberían meterse en un campo que no dominan. Igual que los nutricionistas no recomiendan tratamientos cardiovasculares, ni cogen vías, ellos no deberían pautar dietas. Así que zapatero, a sus zapatos.
• Servicio de dietética en farmacias. Puede que sí, que haya farmacias que cuenten con un servicio de dietética cualificado y llevado por un DN, pero es raro, ya que no es del todo legal. Si encuentras una bata roja, o un supuesto dietista que acompaña esa dieta de pastillas o sobres, huye.
• Coach nutricionales.  Ahora hay coach para todo, se hacen llamar así, es un tecnicismo moderno con el que se toman la licencia de hacer tratamientos dietéticos. No te fíes.
• Personas con un curso de dietética. Hacer un curso de dieta sana o de alimentación saludable no te da autoridad para tratar a nadie.
• Dietas que circulan por internet o entre conocidos. Es tan fácil como poner “dieta para perder peso” en internet. El 90% de los resultados (por no decir el 100%) serán para huir.
• Empresas que venden suplementos o complementos dietéticos. Claramente, buscan beneficio a costa de tu salud.
• Profesionales cualificados (DN o TSD) con conflicto de intereses. Son personas que sí sabrían cómo tratarte pero que se ven sumergidos en un conflicto de intereses y que debido a ello te pautan suplementos, complementos, sobres, pastillas, batidos… y te hacen dietas restrictivas o que simplemente ponen en peligro tu salud.

Conclusión

Visto lo visto, el hecho de que la persona esté titulada, cualificada o capacitada para tratarte no es suficiente para saber si estamos o no en buenas manos, ya que puede existir un conflicto de intereses, que la persona no esté actualizada o simplemente que no siga una metodología saludable.

No obstante, siempre, fíjate en que quien te haga la dieta y te de asistencia nutricional sea un DN a ser posible, llevando una alimentación sana con alimentos reales y sin utilizar ningún tipo de complemento.