Año 2050, planeta Tierra completamente destrozado y sometido al estricto control y mando de un ejército microscópico y cruel compuesto por una horda de “Superbacterias”. Estos nuevos mutantes
mantienen atemorizados a los humanos que han sobrevivido a sus temibles razias. Las industrias farmacéuticas no logran controlar la pandemia y el mundo se ve abocado a un inexorable exterminio. ¿Se lo imaginan?
Esto que parece sacado de una novela de ciencia ficción, no deja de albergar tintes de realidad. Durante todo el fin de semana los periódicos nacionales se han hecho eco de la noticia, y es que el pasado Viernes 16 de Noviembre, se celebraba el Día Europeo del Uso Prudente de Antibióticos, que pretendía alertar a la sociedad del problema que suponen los fenómenos de resistencia bacteriana por el uso indebido de este grupo de fármacos.
Su consumo inadecuado, principalmente en afecciones causadas por virus (gripes, catarros, resfriados…) en las que no son necesarios y el abuso, han contribuido a que las bacterias a las que tienen que combatir, se conviertan en resistentes a su mecanismo de actuación, poniendo en riesgo la vida de miles de personas al año y limitando cada vez más las opciones de tratamiento.
En Europa se estima que las cifras de mortalidad ascienden hasta las 25.000 muertes anuales y a 400.000 el número de infecciones, convirtiéndose en un problema de salud pública que ha adquirido grandes dimensiones, tanto desde un punto de vista sanitario como económico, pues implica un aumento del tiempo de estancia en el hospital con los consiguientes gastos para la Administración.
Desde el Centro Europeo para la Prevención y Control de las Enfermedades (ECDC) se advierte de la importancia del uso prudente de los antibióticos como estrategia fundamental para frenar el desarrollo y diseminación de los fenómenos de resistencias, entendiéndose esta práctica como el consumo bajo prescripción médica, con las dosis correctas entre los diferentes intervalos y con la duración del tratamiento adecuado, sin abandonarlo a pesar de que la sintomatología desaparezca antes.
Las superbacterias en cifras:
De acuerdo con la información proporcionada por el ECDC, el aumento significativo de
cepas resistentes se ha producido principalmente en bacterias gram (-) responsables de infecciones respiratorias y urinarias como Klebsiella pneumoniae (en la que 1/3 de las cepas ya son resistentes a la penicilina) o Escherichia coli (el 60% de sus cepas invasivas presentan resistencia a la amplicilina).
Sin embargo al problema se suma también una bacteria gram (+), el Staphilococcus aureus, considerada como el principal responsable de las infecciones nocosomiales que puede producir una gran cantidad de enfermedades graves a nivel dermatológico y sanguíneo y que presenta elevadas tasas de resistencias a las oxacilinas.
El riesgo para la salud se hace especialmente patente en el caso de pacientes graves ingresados que adquieren una infección en el hospital por una bacteria resistente, siendo la terapia antibiótica tradicional para ese microorganismo ineficaz, agravando por tanto el pronóstico y recuperación.
Un problema grave de Salud Pública:
A la vista de los datos anteriores, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de que la capacidad que están desarrollando estos microorganismos para escapar de la acción de los medicamentos está entorpeciendo el control de muchas enfermedades infecciosas, por lo que requiere un llamamiento urgente a todos los ámbitos de la población, tanto usuarios como profesionales sanitarios e industria farmacéutica, de implicación en el uso responsable.
En los últimos años ha habido un relajamiento con respecto a este grupo de medicamentos, en no pocas ocasiones los propios pacientes solicitan al médico la receta de antibióticos de forma indiscriminada e incluso la venta de los mismos sin prescripción en sus farmacias de consumo habitual. Todo ello, sumado al hecho de que las infecciones provocadas por bacterias se trasmiten a gran velocidad de una persona a otra aumenta el riesgo y la gravedad de las infecciones, así como agota los medicamentos existentes para combatirlos.
Es una tarea ardua pero no imposible que puede conseguirse si se toman las adecuadas medidas de prevención y control, si se desarrollan leyes más estrictas para acabar con la venta de antibióticos sin prescripción así como un riguroso seguimiento de las medidas de prevención de infecciones, como el lavado de manos.

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Estimada Raquel:
Gracias por su comentario. Desde luego la automedicación, y más en el caso de antibióticos está totalmente contraindicada. Todos conocemos a alguien que a la primera de canto cuando le pica un poco la garganta hace uso de los antibióticos sin haber recibido un diagnóstico preciso de infección bacteriana y por tanto sin estar seguro de que ese sea el tratamiento necesario.
¿Cuál es el problema? Además de que la toma de antibióticos va a resultar totalmente inefectiva este mal uso de este grupo farmacológico lleva emparejado el problema de las resistencias que hará que cuando nos enfrentemos realmente a estos patógenos los antibióticos resulten completamente ineficaces y por tanto nuestras posibilidades de curación y recuperación se vean disminuidas, mucho peor claro está cuando nuestro sistema inmune se encuentre deprimido.
Con respecto a las dos cuestiones que plantea al final de su comentario y extrapolandolas a los medicamentos en general, existe un concepto en atención farmacéutica que recibe el nombre de PRM (problemas relacionados con los medicamentos) en el que se engloban aquellas circunstancias en las que una mala prescripción puede originar la aparición de un efecto secundario o un efecto no deseable. Si esto ocurre cuando los medicamentos son recetados por el médico ¡qué no puede ocurrir si nosotros mismos decidimos qué tomar y qué no tomar!
Es por eso que siempre es fundamental consultar con los profesionales sanitarios destinados para ello: farmacéuticos y médicos.
Muchas gracias por su interés y participación.
¡Un saludo!
Estoy totalmente de acuerdo, con la automedicación solo se consigue perjudicar mas que beneficiar el estado. No todas las infecciones son iguales y hay muchas resistencias a antibioticos por eso muchos toman medicaciones y con el tiempo no mejoran ¿quiza no esten tomando el idonea? ¿quiza la dosis no es la correcta?Saludos
No hay día que no aparezcan las superbacterias en la prensa y en los telediarios, hoy en concreto se habla del problema de la resistencia a antibióticos desde una perspectiva no humana, con ello quiero decir, animal, pues en países como China se emplean este grupo de fármaco para engordar a los cerdos, con las consecuencias que ello implica para nuestra salud.
Aquí os dejo un artículo que puede ser de vuestro interés: http://www.elmundo.es/elmundosalud/2013/02/11/biociencia/1360608497.html
¡Un saludo y que paséis un buen día!
¡Muchas gracias Reyes! Totalmente de acuerdo.
Para acabar con este problema de las resistencias bacterianas (que al fin y al cabo nos afecta a todos) es fundamental la concienciación de todos los sectores de la población: de los pacientes que a la primera de cambio se toman un antibiótico cuando les pica un poco la garganta cuando la causa puede que no sea bacteriana y por tanto el tratamiento antibiótico resulta inútil, de las farmacias que venden sin receta médica este grupo de medicamentos sin haber pasado por ningún tipo de prescripción, de los médicos que los recetan sin que sean realmente necesario…etc
Los expertos estiman que el número de muertes por resistencias bacterianas se duplicará en 2015. Si todos ponemos de nuestra parte puede que consigamos frenar este fenómeno y no seguir sumándolo a la larga lista de problemas de salud que la medicina tiene que resolver en este nuevo siglo.
¡Un saludo!
Hola Maria Irene:Me parece un articulo estupendo,seria bueno que todos nos concienciaramos de los perjuicios de los antibioticos mal usados y dejaramos de pensar en que los medicos no son buenos medicos cuando no nos recetan el antibiotico en la primera consulta.un saludo.