La globalización económica puede entenderse como la integración de los países del mundo en un mercado internacional que permita garantizar un mayor nivel de intercambio comercial y de flujos de inversión y, por ende, facilitar la circulación de la mano de obra.
Al verse transformados los distintos procesos y sistemas de organización de las empresas como, por ejemplo, la logística inversa; la especialización de las cadenas de suministro, entre otras, es cuando surge la Dirección de Operaciones como el instrumento preciso para dar respuesta a los compromisos y necesidades de los clientes de una forma eficiente y sostenible.
En su sentido más amplio, la Dirección de Operaciones se ocupa de las actividades de creación de bienes y prestación de servicios que realiza todo tipo de compañía.
Asimismo, para una empresa de fabricación, los bienes se transformarán hasta convertirse en productos acabados y, en empresas de servicios, estos se transforman en servicios acabados. En cualquier caso, es aquí donde entra en juego la figura de la dirección de operaciones.
Durante varios años, el término empleado para referirse a este cargo era “Dirección de Producción”, no obstante, el concepto se vio modificado a “Dirección de Operaciones” con el objetivo de incluir también a las empresas de servicios.
Los cambios en el sector empresarial han creado entornos más dinámicos, competitivos y donde la tecnología juega un papel fundamental.
Esto hace indispensable que la Dirección de Operaciones no solo comprenda las metas y los objetivos de la organización empresarial, si no que, además, deberá usar esta información para administrar las operaciones con éxito, siendo capaz de utilizar la tecnología para extraer todo el conocimiento e información disponible, lo que le permitirá realizar un análisis del mercado y conocer el impacto de las medidas adoptadas en el negocio.
Funciones de la Dirección de Operaciones
Partiendo desde la planificación hasta la devolución del producto o desistimiento del servicio, todas las actividades inherentes a la empresa son competencia de la Dirección de Operaciones. De ahí, la importancia del Director de Operaciones de una compañía.
Su misión ya no se ve limitada a asegurar la cadena de valor en el end-to-end, si no que, además, deberá maximizar la eficacia de los procesos, minimizar costes y adaptar la organización para garantizar la rentabilidad de la compañía.
En este sentido, conviene exponer cuales son las funciones principales del área correspondiente a la Dirección de Operaciones:
a) Conocimiento y gestión de las estrategias de mercado
El objetivo de la Dirección de Operaciones radica en este supuesto, en garantizar que una empresa ejecute sus procesos de la forma más eficiente posible.
Esta función se lleva a cabo a través de la toma de decisiones estratégicas que le permiten evaluar y revisar la calidad de los procesos.
Del mismo modo, se encarga de desarrollar e implementar las estrategias que garanticen las funciones operativas o comerciales de la empresa en cada una de sus áreas.
Asimismo, también son tareas del Director de Operaciones, el diseño y la creación de estrategias y, por ende, resulta indispensable el establecer alianzas comerciales que permitan garantizar una adecuada planificación y administración de los recursos de la empresa en su propio beneficio.
b) Gestión de recursos y la logística de la empresa
Garantizar que la empresa disponga de los medios y recursos necesarios para la consecución de los intereses marcados por la Dirección de Operaciones.
Concretamente, es la logística el área fundamental para que las decisiones estratégicas adoptadas se vean cumplidas satisfactoriamente.
c) Optimización de procesos por la Dirección de Operaciones
La Dirección de Operaciones debe analizar la eficacia de las estrategias adoptadas para determinar el crecimiento o no de la compañía. Evidentemente, el uso de la tecnología puede garantizar un mayor control de tales acuerdos, ya que permitiría contar con información y datos en tiempo real.
Una gran mayoría de proyectos de innovación y desarrollo de la empresa son gestionados por la Dirección de Operaciones y, a su vez, acometen la tarea de gestionar los recursos internos.
d) Supervisión de los Recursos Humanos
Debe dirigir el personal de operaciones, lo que le permite al Director de Operaciones alinear a todos los trabajadores que formen parte de su equipo en torno a la consecución de las metas y objetivos planteados. De esta forma, puede motivarlos y maximizar su rendimiento.
Dentro de estas funciones, puede asumir la gestión del reclutamiento y desarrollo profesional, ya que en este caso le permitirá, contratar al personal que reúna las cualidades y aptitudes idóneas para los proyectos a llevar a cabo, así como mantener un buen clima laboral.
e) Seguimiento del rendimiento empresarial
En esta función, vuelve a entrar en juego el uso de nuevas tecnologías, ya que estriba en la supervisión de los procesos y el mantenerse actualizado sobre el rendimiento de la empresa. Por supuesto, este proceso incluye la necesidad de realizar evaluaciones periódicas sobre la eficacia y eficiencia de los distintos procesos.
f) Implementación de políticas por parte de la Dirección de Operaciones
Evidentemente, la última y más importante función de la Dirección de Operaciones radica en implementar aquellas medidas y/o políticas que permitan mejorar el rendimiento de las operaciones llevadas a cabo a diario por la empresa con el objetivo de garantizar el éxito de todas las estrategias comerciales llevadas a cabo.
