La dependencia emocional es un patrón de comportamiento en el cual una persona depende emocionalmente de otra, a menudo en relaciones interpersonales cercanas, como parejas, familiares o amistades íntimas. Esta dependencia emocional puede manifestarse de diversas formas, pero generalmente implica una preocupación excesiva por las necesidades y deseos de la otra persona, a menudo descuidando las propias. Pero... ¿Conoces en qué se diferencia con respecto a la codependencia emocional? ¡Te lo contamos!
Signos identificativos de la dependencia emocional
Por ello, para comenzar, queremos resaltar algunos signos identificativos para saber si la persona es dependiente emocionalmente:
- Baja autoestima: Las personas codependientes a menudo tienen una baja autoestima y buscan validación y aprobación externa para sentirse valiosas.
- Dificultad para establecer límites: Pueden tener dificultades para establecer límites saludables en las relaciones, lo que puede llevar a comportamientos de sobrecompensación o sumisión excesiva.
- Miedo al abandono: El miedo al abandono es común en las personas codependientes, lo que puede llevarlas a tolerar comportamientos abusivos o poco saludables en sus relaciones.
- Necesidad de control: A menudo, las personas codependientes intentan controlar el comportamiento de los demás para sentirse seguras y evitar el abandono o el rechazo.
- Negación de problemas personales: Pueden ignorar o minimizar sus propias necesidades y problemas personales, centrándose exclusivamente en los problemas de la otra persona.
La dependencia emocional puede tener un impacto significativo en la salud mental y emocional de las personas involucradas. Puede contribuir a relaciones tóxicas, resentimiento, ansiedad, depresión y otros problemas emocionales. Es importante abordar la codependencia emocional mediante la autoconciencia, el establecimiento de límites saludables, el desarrollo de una autoestima positiva y, en algunos casos, la búsqueda de ayuda profesional, como terapia individual o de pareja.
Pero... ¿En qué se diferencia la dependencia de la codependencia emocional?
La codependencia hace referencia a una actitud obsesiva y compulsiva hacia el control de otras personas y las relaciones, fruto de la propia inseguridad. En múltiples ocasiones, se ha asemejado el término de “codependencia emocional” a una drogadicción porque el dependiente organiza sus pensamientos y comportamientos no alrededor de una sustancia, sino alrededor de una persona: la relación con esta persona se convierte en una especie de "droga", con una dinámica muy similar a la toxicomanía.
La codependencia emocional puede tener un mayor impacto en la calidad de vida y en las relaciones personales. Incluso, puede llevar a relaciones desequilibradas, conflictos constantes y un ciclo de dependencia poco saludable que es difícil de romper.
Necesidad de ser imprescindible y perfil común
En los últimos años, el concepto de codependencia se ha extendido también a nivel de población juvenil aunque por diferentes razones. Los codependientes son de alguna manera los empleados emocionales de la otra persona, ya que en sus historias son evidentes todas esas características de baja autoestima, necesidad de encontrar su valor en el exterior, miedo a la soledad y al abandono al inicio de las relaciones interpersonales.
La diferencia entre dependencia emocional y codependencia es que en la primera se puede elegir un compañero que no tiene problemas especiales, en la segunda, el objeto de la adicción es una persona que seguramente tiene a su vez una dependencia de situaciones conflictivas o complicadas de la otra persona.
En la codependencia se pone menos énfasis en los comportamientos, que tienden a ser muy similares y comunes a los presentes en la dependencia emocional, más bien en la elección de personas extremadamente disfuncionales.
Asociación con personas no disponibles
En la codependencia, el lema es "yo te salvaré", probablemente ligado a la necesidad de sentir y de demostrar el propio valor a través de lograr cambiar, salvar y recuperar al otra de sus vicisitudes patológicas. En la dependencia emocional, en cambio, se tiende a elegir paejas emocionalmente no disponibles.
Por tanto, podemos decir que el lema es más bien "te conquistaré": conquistar al otro, hacer que se enamore de sí mismo, volverse especial a sus ojos y en su vida se convierte en un fin irrenunciable para poder sentir el propio valor y la propia amabilidad. A continuación, veremos los rasgos identificativos de este tipo de vínculos:
Estas personas suelen estar comprometidos en otra relación o no deseosos de comprometerse o evitando un vínculo emocional.
La persona a la que se vincula el dependiente suele tener trastornos de personalidad o psicológicos que hacen casi imposible la construcción de una relación sana y gratificante.
En otros casos, las personas seleccionadas por el dependiente son extremadamente estimulantes, con personalidades aparentemente fuertes y determinadas, fascinantes, intrigantes y con los que se instaura una relación caracterizada por un fuerte componente pasional de naturaleza sexual.
Por tanto, ¿cómo podemos atajarlo en consulta?
En definitiva, se ha llegado a ver a la codependencia como la otra cara de la adicción, o como una adicción de orden afectivo, o como una relación adictiva a una persona y sus problemas, porque esta relación puede ser tan compulsiva e impulsiva como esta problemática.
El tratamiento de la codependencia emocional a menudo implica terapia individual o de pareja, donde se trabajan enfoques como el fortalecimiento de la autoestima, el establecimiento de límites saludables y el desarrollo de habilidades de comunicación emocional. También es importante fomentar la autonomía personal y promover un sentido de identidad independiente de la relación con la otra persona.
