Que nuestra vida ha cambiado gracias a la tecnología no lo duda nadie, pero en realidad ¿somos personas más felices en esta vida digital? ¿O lo éramos antes sin estar tan “conectados”? ¿Hay demasiada tecnología en la actualidad?
Parece que la tecnología nos hace la vida más fácil pero personalmente creo que se pierde la autenticidad de las cosas, de las conversaciones, de la comunicación...
¿Demasiada tecnología? Algunos datos interesantes
El 65% de la población se conecta habitualmente a Internet a través del móvil, dedicando a ello casi dos horas al día, nuestro apego a los dispositivos móviles es tal que hay personas que reconocen incluso usarlo en el wc (Lo que demuestra que nuestra capacidad de comunicarnos no tiene freno).
La medicina ha bautizado estos hábitos de nuestra era, como “nomofobia” la patología de quien experimenta verdaderas crisis de ansiedad al saber que han olvidado el móvil en casa. El móvil es nuestro tótem, alrededor del que bailamos cada día, a diferentes horas. Ya no hace falta memorizar nada, ni teléfonos ni direcciones , gracias a nuestros dispositivos móviles hemos aprendido a no pensar, ya que ellos te hacen la vida más cómoda dándonos la solución a todo.
Facebook y la digitalización de las relaciones
Hasta el momento parece que nuestra actual vida digital son todo ventajas, aunque la paradoja viene cuando para comunicarnos nos hacemos cada vez personas más aisladas, entreteniendonos con multitud de variedades como la gran red social Facebook.
La gran red social que todo lo sabe y a la vez crea en las personas la necesidad de colgar continuamente sus vidas de una manera indiscriminada. La digitalización de sentimientos, de amistades, de las compras de todo en general se ha convertido en un mercadeo que Facebook ha sabido rentabilizar.
La plataforma ha decidido que tengamos una vida más visible, ha puesto el escaparate perfecto para hacer de nuestras vidas una historia en la que enseñarlo todo, es todo.. miles de nosotros vemos pasar por esta plataforma canciones, relaciones de pareja.. matrimonios etc…
Y es que la plataforma ha sabido crear una necesidad en nosotros, la de querer y ser queridos y esta necesidad la ha trasladado a su plataforma. Este es solo uno de los efecto de demasiada tecnología.
Todo en nuestra vida es digital, nos movemos en un mundo que va rápido donde entre “hastags y likes” pasan nuestras vidas, pero la pregunta que habría que hacerse es:
¿Realmente somos más felices estando conectados en esta vida digital?
Leía el otro día un articulo donde había ciertas convulsiones entre trabajadores y directivos de algunas empresas, por la conectividad de sus empleados, ya que ellos pedían, poder tener la libertad de poder estar “des-conectados” de sus empresas en sus ratos libres… cosa que había creado cierto debate interno entre dichos directivos, y es que la era digital no espera a nadie… ya es una realidad en nuestras vidas.
Vamos a un ritmo vertiginoso por un camino que nos lleva a convertirnos en personas súper conectadas, rodeadas de demasiada tecnología.
La tecnología ya forma parte de nuestras vidas, aunque no tanto de nuestra felicidad, la felicidad de las personas nunca podrá depender de un emoticon, o un chat, o una publicación de Facebook , y menos mal!