La ansiedad es un sentimiento de miedo, temor e inquietud. Según la OMS, la adolescencia es un periodo de crecimiento que va desde los 10 a los 19 años. La ansiedad en adolescentes es uno de los problemas psicológicos más frecuentes que padecen nuestros jóvenes. Actualmente, 1 de cada 3 adolescentes padecen ansiedad y estas cifras solo van en aumento.
Es una etapa necesaria e importante que implica diversos cambios, pero, sin darnos cuenta, hemos rodeado de prejuicios esta etapa, además de la mala prensa que tiene. ¿Acaso hemos olvidado lo que es ser adolescente?
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¿Cómo se comporta un adolescente con ansiedad?
Lo primero que hay que tener en cuenta es que un la ansiedad en adolescentes o un adolescente con ansiedad es diferente a un niño con ansiedad. Esto se debe a que cada etapa del desarrollo se tienen preocupaciones y vulnerabilidades diferentes. Los menores más pequeños suelen sentir ansiedad por cosas externas, en cambio, en la adolescencia comienzan las preocupaciones por uno mismo.
No solo se deben tener en cuenta los síntomas físicos que provoca la ansiedad como palpitaciones, sensación de ahogo, inquietud, tensión muscular, entre otros. Si no que hay una seria de comportamientos psicológicos que pueden dar la voz de alarma ante este problema.
La ansiedad en adolescentes puede llegar a provocar sentimientos de tristeza, frustración y rabia, además de una pérdida de interés en las actividades que antes si realizaba.
¿Cómo controlar la ansiedad en la adolescencia?
Se suele pensar que la ansiedad es “cosa de la edad”, pero nada más lejos de la realidad. La ansiedad en adolescentes es algo que viene causado por las situaciones de estrés y el elevado nivel de autoexigencia. A eso se le suma la baja tolerancia a la frustración que presentan muchos de ellos, el miedo a hacer el ridículo que suele aparecer a esta edad y las inseguridades en cuanto a opiniones y forma física.
Para poder obtener un buen control en adolescente con ansiedad por parte de la familia, se puede favorecer la comunicación en casa. Que vean que la expresión emocional es segura y crear un buen clima para fomentarla. Organizar las tareas, dar espacio al deporte y el descanso, limitando el tiempo en redes sociales. Usar frases reforzadoras para hacerle ver que puede superar el reto y que están preparados para ello.
Aprender a reconocer cuáles son los síntomas de la ansiedad nos ayuda a controlarla. Para controlarlos es importante trabajar en técnicas de relajación y respiración. Se pueden usar la respiración diafragmática o la relajación progresiva de Jacobson. Con ellas disminuirán los síntomas físicos. Hay que recordar que cuando comience el estado de calma repitamos “ya me estoy tranquilizando” así cortaremos la rumiación y nos daremos un refuerzo positivo.
Además de las técnicas que se han visto, es fundamental tener una buena higiene del sueño, socializar, hacer ejercicio físico, incluso hacer un planning en el que se jerarquicen las prioridades.
¿Qué pasa si no se trata el trastorno de ansiedad en la adolescencia?
La ansiedad en adolescentes, como se ha comentado anteriormente, es un problema grave de salud mental en todo el mundo. El trastorno de ansiedad no implica solo la preocupación excesiva, sino que puede ocasionar o empeorar otros trastornos mentales o físicos. La ansiedad crónica puede derivar en problemas como depresión, consumo de sustancias o intentos de suicidio.
No solo eso, sino que puede comenzar con síntomas físicos y problemas a nivel escolar a largo plazo. Los dolores de cabeza, dolor crónico, problemas digestivos, TCA, son solo algunos ejemplos de estas consecuencias.
¿Qué no deben hacer los adolescentes con ansiedad?
Una de las primeras cosas que se deben de hacer es intentar no eliminar la ansiedad, sino aprender a controlarla. Es importante que entiendan que hay que tolerarla y gestionarla y así, con el tiempo, irá disminuyendo. En esta línea es fundamental que intenten no evitar las situaciones que le provocan estrés. Evitar los problemas no los soluciona, por ello, aprender a enfrentarlos, encajar la ansiedad que provoca y gestionarla es uno de los primeros pasos.
No hay que hacer que los adolescentes tengan falsas creencias. Tienen que ser positivos pero realistas. Los resultados negativos son posibles y por ello tienen que asumirlos y gestionarlos, lo que mejorará su tolerancia a la frustración. Cuando estos resultados se hagan factibles hay que intentar no rumiar. Esto afecta negativamente al estado emocional de estos.
¿Cuándo ir al psiquiatra por ansiedad?
En psiquiatría, la ansiedad se define como un estado emocional desagradable en las que hay sensación subjetiva de un peligro, malestar, tensión o aprensión, acompañado de una descarga neurovegetativa y cuya causa no está claramente reconocida para la persona. El trabajo del psiquiatra está relacionado con el del psicólogo, sin embargo, este evalúa los aspectos físicos de los problemas psicológicos.
Un psiquiatra es un médico especialista en problemas de salud mental. Según la Real Academia Española (RAE) un psiquiatra es un especialista en psiquiatría, que a su vez es la ciencia que trata y diagnostica las enfermedades mentales de un individuo. Su característica más destacable, y que permite diferenciarlo de un psicólogo, es que está capacitado para recetar tratamientos para la mejora de la salud mental como la medicación y las terapias de estimulación cerebral.
Es importante conocer los problemas y los síntomas que aparecen de manera repentina y producen dificultades a corto, medio o largo plazo. Una vez detectados, hay que acudir a un especialista.
En definitiva, la ansiedad en adolescentes es un tema que no se puede dejar de lado. Conocer los síntomas, como tratarlos y prevenirlos, hará que tengamos una sociedad con mayor salud mental. Esto ayudará, no solo a los adolescentes, sino a que estos se conviertan en adultos sanos a todos los niveles.
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